El decenio, conocido como años 2010, década de 2010 o años 10 fue un periodo de tiempo comprendido entre el 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2019. La década fue declarada como: El decenio Internacional de la Seguridad Vial, El decenio Internacional de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica y El Tercer Decenio Internacional de la Eliminación del Colonialismo.[1]
Una década que siguió marcada por la crisis económica mundial que se inició en 2008. La prolongación de la crisis provocó a mitad de la década una fuerte caída de las materias primas lo que afectó a los países emergentes como Brasil, Rusia o China, en donde parte de su matriz económica continuaba muy atada al precio de las comodities. Fue especialmente intensa la caída del precio del petróleo, debido a la crisis y el apogeo de la fractura hidráulica (fracking), provocando importantes cambios económicos a nivel mundial.
En Europa, cuatro estados miembros de la Unión Europea (Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre) tuvieron que ser rescatados debido a la crisis del euro. En 2016, el referéndum posibilitó la salida del Reino Unido de la UE —materializada en 2020— que paralelamente dio inicio al proceso refundación de la Unión Europea. Entre tanto, la primera fase de la guerra ruso-ucraniana en 2014 —como parte de una hipotética nueva Guerra Fría— provocó la adhesión de Crimea a Rusia.
En la década de 2010, el calentamiento global se hizo cada vez más notable a través de nuevas temperaturas récord en diferentes años y eventos climáticos extremos en todos los continentes.[cita requerida] La concentración de CO2 aumentó de 390 a 410 PPM durante la década.[cita requerida] Al mismo tiempo, la lucha contra la contaminación y el cambio climático siguió siendo una gran preocupación. Las protestas, las iniciativas y la legislación atrajeron considerable atención de los medios. En particular, se adoptó el Acuerdo de París (2015) y se formó un movimiento juvenil climático global. El calentamiento global es uno de los problemas más críticos de esta década, debido al aumento en los gases de efecto invernadero que han acelerado el derretimiento de los polos, produciendo impacto directo en algunas regiones con efectos como el aumento de la temperatura o el aumento en la cadencia de desastres naturales. También ocurrieron desastres naturales que provocaron miles de muertos como el terremoto de Haití de 2010, el terremoto de Chile de 2010, el terremoto de Yushu de 2010, las inundaciones en Pakistán de 2010, el terremoto y tsunami de Japón de 2011 (con el añadido de un accidente nuclear en Fukushima), el terremoto de Nepal de abril de 2015, el terremoto de Ecuador de 2016 y el terremoto de Puebla de 2017. Otras catástrofes provocadas por la mano del hombre, como el hundimiento de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon o las explosiones en Tianjin de 2015, provocaron graves daños medioambientales.