Acrotiri (Santorini), también Akrotiri, es un yacimiento arqueológico que se encuentra en la isla de Santorini, también llamada Thera, la cual conforma un pequeño archipiélago, a su vez parte de las Cícladas meridionales, situadas a 100 km al norte de Creta.
El lugar del yacimiento corresponde al de un asentamiento que, teniendo en cuenta los estilos de cerámica y pinturas murales encontradas en las excavaciones, se remontaría a la civilización minoica. El yacimiento toma el nombre del pueblo griego que se encuentra en una colina próxima, mientras que el nombre original del asentamiento se desconoce. Los descubrimientos durante las excavaciones han llegado a adoptar la conclusión de que las pinturas murales de sus edificios reflejaban la vida real de la población.[1]
El excelente estado de conservación del lugar se debe al hecho de que estuvo cubierto por una erupción volcánica datada a mediados del II milenio a. C.[2]
El aspecto actual de Santorini se debe a que este pequeño archipiélago se halla en el cráter del único volcán activo del Egeo, de hecho su última erupción tuvo lugar en 1711.[2] Gracias a ello, las islas son muy fértiles para la agricultura. Durante la construcción del canal de Suez, muchos de sus acantilados fueron utilizados como canteras, gracias a la facilidad de extraer tierra y producir un cemento de excelente calidad.[3]
La actividad realizada durante la década de 1859-1869 fue decisiva para que se hallasen los restos arqueológicos mejor conservados después de los de Pompeya y Herculano. El químico M. Christomanos y el minerólogo M. Alafousos fueron los primeros en darse cuenta de la magnitud del descubrimiento, al encontrar una casa completamente intacta. También por estas fechas fue cuando el vulcanólogo francés Ferdinand Fouqué hizo alguna excavación. No fue hasta la intervención de la Escuela Francesa de Arqueología con Henri Mamet y Henri Gorceix cuando se realizó de forma sistemática la excavación de la isla, y más adelante, con Spyridon Marinatos (años 60) y Cristos G. Doumas (años 70), cuando se estableció un método correcto de extracción de los restos.[4][5]