La aerodinámica es la rama de la mecánica de fluidos que estudia las acciones que aparecen sobre los cuerpos sólidos cuando existe un movimiento relativo entre estos y el fluido que los baña, siendo este último un gas y no un líquido, caso este que se estudia en hidrodinámica. Su estudio es básico para la sustentación y las superficies hipersustentadoras de las aeronaves y helicópteros.
La aerodinámica moderna sólo se remonta al siglo XVII, pero las fuerzas aerodinámicas han sido aprovechadas por el ser humano durante miles de años en veleros y molinos de viento,[1] y las imágenes y los relatos sobre el vuelo aparecen a lo largo de toda la historia, [2] como la leyenda griega antigua de Ícaro y Dédalo.[3] Los conceptos fundamentales de continuum, drag y gradiente de presión aparecen en la obra de Aristóteles y Arquímedes.[4]
En 1726, Sir Isaac Newton se convirtió en la primera persona en desarrollar una teoría de la resistencia del aire,[5] convirtiéndolo en uno de los primeros aerodinamistas. El matemático holandés-suizo Daniel Bernoulli le siguió en 1738 con Hydrodynamica en la que describió una relación fundamental entre la presión, la densidad y la velocidad del flujo para un flujo incompresible conocida hoy como principio de Bernoulli, que proporciona un método para calcular la sustentación aerodinámica.[6] En 1757, Leonhard Euler publicó las Ecuaciones de Euler más generales que podían aplicarse tanto a flujos compresibles como incompresibles. Las ecuaciones de Euler se ampliaron para incorporar los efectos de la viscosidad en la primera mitad del siglo XIX, dando lugar a las ecuaciones de Navier-Stokes.[7][8] Las ecuaciones de Navier-Stokes son las ecuaciones de gobierno más generales del flujo de fluidos, pero son difíciles de resolver para el flujo alrededor de todas las formas, excepto las más simples.