Carolina de Brandeburgo-Ansbach


Carolina de Brandeburgo-Ansbach (Ansbach, 1 de marzo de 1683-Londres, 20 de noviembre de 1737) fue reina consorte de Jorge II de Gran Bretaña desde 1727 hasta su muerte en 1737.

La margravina Carolina de Brandeburgo-Ansbach fue la mayor de los tres hijos del margrave Juan Federico de Brandeburgo-Ansbach y de la princesa Leonor Edmunda de Sajonia-Eisenach, su segunda esposa.

Huérfana de padre a los tres años de edad (1686) y de madre a los trece (1696), creció como una mujer brillante, culta e inteligente, lo que la hizo una princesa muy codiciada entre las cortes europeas. Sin embargo, cuando le llegó la oportunidad de convertirse en reina de España, rehusó la propuesta, pues de ninguna manera renunciaría a su fe protestante. Poco después conoció a Jorge Augusto de Brunswick-Luneburgo (futuro Jorge II de Gran Bretaña), con el que se casó en el Palacio de Herrenhausen, en Hannover, el 22 de agosto de 1705.

Al subir su suegro al trono de británico como Jorge I en 1714, su marido se convirtió en duque de Cornualles y poco después en príncipe de Gales, convirtiéndose ella por lo tanto en princesa de Gales. Como su suegro se había divorciado de su esposa varios años atrás, no había reina, lo que hizo que Carolina fuera la dama más importante del reino. Pronto forjó una gran amistad con Sir Robert Walpole, el primer ministro, y fue su influencia en el rey Jorge que permitió a los príncipes de Gales continuar con su estilo de vida después de que Jorge Augusto se distanciara de su padre.

La notable inteligencia de Carolina pronto exasperó a su marido. Por ejemplo, en su juventud ella mantuvo una activa correspondencia con Gottfried Leibniz, el coloso intelectual que era cortesano de la Casa de Hannover, siendo publicada dicha correspondencia en el siglo XIX. Sin embargo, el matrimonio de Carolina y Jorge fue, en cierto modo, acertado, pese a las varias amantes que solía tener el príncipe.


Retrato de la reina Carolina por Charles Jarvis (1727)