Delta Amacuro es un estado de Venezuela ubicado en la región Guayana, limitando al norte con el golfo de Paria (océano Atlántico), al este con el océano Atlántico y el territorio reclamado de Guayana Esequiba, al sur con el estado Bolívar y al oeste con Monagas. Con 40 200 km², es el séptimo más extenso —por detrás de Bolívar, Amazonas, Apure, Guárico, Zulia y Estado Anzoátegui— y con 4,65 hab/km², el segundo menos densamente poblado, por detrás de Amazonas.[2]
Posee 4 municipios autónomos y 20 parroquias civiles. Sus principales ciudades son: Tucupita, Sierra Imataca, Pedernales y Curiapo.
Partiendo de teorías, evidencia antropológica y tradición oral, los antecedentes de actividad humana dentro de dicho territorio datan de la época de los primeros desplazamientos a través de América; Grupos procedentes de la vertiente oriental de los Andes Peruanos se introdujeron en el Bajo Orinoco, son denominados Kotoch; Desarrollaron conocimientos de alfarería -de lo cual se guardan reminiscencias formales y técnicas en cerámica- y horticultura.
Con el tiempo otros grupos se establecieron en su superficie, la Tradición oral destaca entre ellos los Barrancas, quienes a través del cultivo de la yuca amarga alcanzaron un notable desarrollo económico y estructuración social, incluso con excedentes agrícolas que pudieron haber estimulado algún tipo de comercio a través del monopolio de su producción. La expansión de ésta y otras tribus podría datar de comienzos del primer milenio, alcanzando la costa nororiental, gran parte del litoral central y Antillas Menores para el término de este.
Las evidencias arqueológicas más recientes de actividad humana precolombina son atribuidas a la Etnia Warao, según historias documentadas verbalmente; sus miembros se acoplaron como desertores de otras tribus hostiles, siendo desplazados probablemente desde el norte de Brasil o la Sabana Oriental. Actualmente algunos pobladores del estado siguen identificándose como parte de esta tribu y son un grupo legalmente reconocido dentro de su demografía. Originalmente fueron pescadores, cazadores y recolectores, posteriormente pasaron a ser agricultores con la introducción del Ocumo chino desde la isla de Trinidad y de Guyana.
Su primer reconocimiento fue por Alonso de Ojeda, en 1499 documenta la desembocadura del río Orinoco. Vicente Yáñez Pinzón en 1500 descubre el Delta y Diego de Ordaz comendador de la orden de Santiago, capitán de Hernán Cortés, en 1532 remontó el Orinoco hasta la confluencia con el río Meta.