El Sahara o Sáhara (ambas acentuaciones son válidas en español;[1] en árabe, الصحراء الكبرى aṣ-Ṣaḥrāʾ al-Kubrā, «el Gran Desierto»; en amazig, ⵜⵉⵏⵉⵔⵉ Tenere o Tiniri) es el desierto cálido más grande del mundo y el tercero más grande después de la Antártida y el Ártico.[2] Con más de 9 400 000 km² de superficie,[3] abarca la mayor parte de África del Norte ocupando una extensión casi tan grande como la de China o Estados Unidos. El Sahara se extiende desde el mar Rojo, incluyendo partes de la costa del Mediterráneo, hasta el océano Atlántico. Hacia el sur, está delimitado por el Sahel, un cinturón de sabana semiárida tropical que conforma las regiones que cubren el norte del África subsahariana.
La palabra Sahara viene de la transliteración a idiomas europeos de صحرا, que en árabe significa desierto, resultando en un tautopónimo cuya pronunciación más cercana es [Sájara].[5][6][7][8]
El Sahara cubre amplias zonas de varios países, entre ellos Argelia, Chad, Egipto, Libia, Malí, Mauritania, Marruecos, Níger, Sahara Occidental, Sudán y Túnez. Es una de las tres provincias distintivas que forman las divisiones fisiográficas masivas de África.
Las formas terrestres del Sahara han sido progresivamente esculpidas tanto por el viento como por lluvias ocasionales. Este efecto del tiempo y el clima ha dado forma a las dunas de arena y a los campos de dunas o mares de tierra (erg), a los valles de roca (hamada), las planicies de gravilla (reg), los valles secos y los salares (shatt o chott).[9] Existen además formas terrestres inusuales como las estructuras de Richat de Mauritania.
El Sahara contiene multitud de montañas profundamente disecadas, así como cordilleras montañosas, siendo algunas de ellas volcánicas. Entre estas formaciones montañosas se incluyen las montañas de Air, las montañas Ahaggar, el Atlas sahariano, las montañas Tibesti, el Adrar de los Iforas y las colinas del mar Rojo. El punto más alto del Sahara es el Emi Koussi, un volcán en escudo en el macizo de Tibesti ubicado en el norte de Chad.
La mayor parte de los ríos y corrientes del Sahara son estacionales o intermitentes, siendo la única y principal excepción el río Nilo, que cruza el desierto desde su fuente en África central para vaciarse en el Mediterráneo. Los acuíferos subterráneos en ocasiones pueden alcanzar la superficie, formando oasis, como por ejemplo los de Bahariya, Gardaya, Timimoun, Kufra y Siwa.