Se llama espectro político al ordenamiento visual de grupos u organizaciones políticas de acuerdo con ciertos ejes conceptuales. Este tipo de ordenamiento está condicionado por las situaciones históricas, sociales y el sistema de partidos de una sociedad. Existen varios tipos de espectros políticos, según el eje conceptual que se adopte. Uno de los más conocidos es el eje izquierda-derecha. Otra variante es seguir el eje dependencia-soberanía nacional, sobre todo en términos económicos, según los mayores o menores grados de autonomía propuestos para los estados nacionales. Otras variantes siguen ejes como conservación-cambio, el grado de seguimiento de las expectativas populares (relacionado con los conceptos de populismo y gobernabilidad) o la ubicación con respecto a determinados principios religiosos. Originalmente la ciencia política europea consideró un espectro político unidimensional, a partir del eje exclusivo izquierda-derecha. Modernamente muchos países, regiones y organizaciones han mostrado espectros políticos más complejos, que toman en cuenta varios ejes y dimensiones, que no pueden ser encasillados en un solo punto de ninguno de los espectros políticos.
El punto de partida para determinar el espectro político es asumir que las opiniones de los ciudadanos sobre diferentes asuntos muestran una correlación notable, o que hay un asunto esencial que subsume o domina los demás. Para que exista un espectro político debe existir una gama de valores y creencias. Los sistemas políticos en los que la mayor parte de la población queda claramente dentro de un grupo u otro, sin nadie entre medio, como en la mayor parte de los conflictos de tipo nacionalista, no se pueden describir bien por medio de un espectro político. Originalmente el espectro político se consideró como unidimensional (izquierda-derecha), y de hecho en muchos países el principal eje de variación se alinea con las diferencias típicas entre izquierda política y derecha política. Sin embargo, en muchos países y regiones el espectro político puede ser bidimensional o tridimensional, ya que pueden existir otras cuestiones altamente independientes del alineamiento derecho-izquierda que configuran las preferencias políticas: