Los feldespatos son un grupo de minerales tecto y aluminosilicatos que corresponden en volumen a un 60 % de la corteza terrestre.[1][2] La composición de los feldespatos constituyentes de rocas corresponde a un sistema ternario compuesto de ortoclasa (KAlSi3O8), albita (NaAlSi3O8) y anortita (CaAl2Si2O8).[1][2] Los feldespatos con una composición química entre anortita y albita se llaman plagioclasas, en cambio, los feldespatos con una composición entre albita y ortoclasa se llaman feldespatos alcalinos.[1]
El feldespato es un componente esencial de muchas rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas de tal modo que muchas de estas rocas se clasifican según su contenido de feldespato.[1]
Las estructura de los feldespatos se puede describir como un armazón de silicio y aluminio con bases álcali y metales alcalinotérreo en los espacios vacíos.[3]
La estructura de un cristal de feldespato se basa en tetraedros de aluminosilicato. Cada tetraedro está formado por un ion de aluminio o silicio rodeado por cuatro iones de oxígeno. Cada ion de oxígeno, a su vez, es compartido por un tetraedro vecino para formar una red tridimensional. La estructura puede visualizarse como largas cadenas de tetraedros de aluminosilicato, a veces descritas como cadenas de cigüeñal porque su forma es retorcida. Cada cadena de cigüeñal se une a las cadenas de cigüeñal vecinas para formar una red tridimensional de anillos de cuatro miembros fusionados. La estructura es lo suficientemente abierta como para que los cationes (normalmente sodio, potasio o calcio) encajen en la estructura y proporcionen un equilibrio de carga.[4]
El nombre feldespato deriva del alemán Feldspat, un compuesto de las palabras Feld ("campo") y Spat ("escama"). Spat se había utilizado durante mucho tiempo como la palabra para "una roca fácilmente escindida en copos"; Feldspat se introdujo en el siglo XVIII como un término más específico, refiriéndose quizás a que aparecía en las rocas encontradas en los campos (Urban Brückmann, 1783) o en "campos" dentro del granito y otros minerales (René-Just Haüy, 1804). [5]