La herencia, en la doctrina del Derecho, es el acto jurídico mediante el cual una persona que fallece transmite sus bienes, derechos y obligaciones (deudas) a otra u otras personas, que en conjunto se denominan herederos. Heredero/heredera es la persona física o jurídica que tiene derecho al total o a una parte de los bienes de una herencia. El régimen jurídico que regula las herencias es el derecho de sucesiones.[2] Las reglas de herencia difieren entre las distintas sociedades y se ven modificadas por los cambios legislativos viéndose además sujetas a la correspondiente legislación sobre el impuesto sobre sucesiones y donaciones.
Aunque aún no existe legislación al respecto, se llama herencia digital al conjunto de los bienes digitales (perfiles, archivos en redes sociales, cuentas, correos, documentos en la nube, fotografías, vídeos, archivos o accesos) que una persona tiene y que debería poder decidir sobre ellos cuando muera.[3][4] Facebook usa el término contacto de legado para referirse a la persona a la que cada usuario puede nombrar para la administración de sus bienes digitales, en caso de fallecimiento.[5]
La antropología del parentesco es fundamental para conocer los mecanismos y tipos de transmisión de la herencia. En muchas sociedades la herencia tiene carácter patrilineal, donde solo los hijos varones pueden heredar, otras sociedades emplean la sucesión matrilineal, donde la propiedad solo puede pasar a lo largo de la línea femenina, más comúnmente va a los hijos de la hermana del difunto, o a las hijas de la madre. Otras sociedades utilizan la primogenitura (hijo mayor varón) y el mayorazgo para establecer la herencia. La distribución de la riqueza heredada es muchas veces desigual. La mayoría puede recibir poco o nada y un heredero recibir la mayor cantidad. Generalmente las hijas recibían globalmente menos que los hijos. La primogenitura, tradicionalmente, favorecía al varón de manera evidente. La dote y el ajuar para la boda son sistemas anticipados de herencia. La desigualdad en la herencia se mantiene en muchas sociedades actuales.[6]
Algunas sociedades antiguas y la mayoría de los Estados modernos emplean la herencia igualitaria, sin discriminación de género ni de orden de nacimiento.[6][7] También aparecen los bienes comunes como patrimonio de la comunidad o sociedad y sobre los que se preserva su carácter comunal, si bien pueden heredarse los derechos de uso si se cumplen una serie de condiciones.[8] La herencia se abolió legalmente durante la Revolución de octubre de 1917 en Rusia, aunque posteriormente dicha abolición se derogó, en 1926. En la Constitución de la Unión Soviética de 1936, se admitía el derecho a heredar la propiedad personal.[9][10]