La hidrografía es una rama de la ciencias de la tierra (geografía) que consiste en la descripción y el estudio sistemático de los cuerpos de agua planetarios, fundamentalmente los recursos hídricos continentales. Por su campo de estudio, la hidrografía se vincula con otras ciencias geográficas, en particular con la geomorfología, la hidrología y la climatología[1]. En castellano este uso está comúnmente restringido a las aguas continentales; mientras que el estudio, medición y descripción de los océanos, mares, y costas se considera parte de la oceanografía física, no siendo así en otros idiomas, como el inglés o francés con el uso de hydrography o hydrographie.
En el estudio de las aguas continentales, las características hidrográficas importantes de los ríos son: caudal, cuenca, vertiente hidrográfica, cauce o lecho, régimen fluvial, dinámica fluvial, erosión, sedimentación fluvial, tipos de valles y pendientes.[1]
La hidrografía también se ocupa de predecir como es que las caracteísticas de ríos, lagos, mares y otros accidentes geográficos que contienen o transportan agua cambian a lo largo del tiempo. La información es relevante para actividades de navegación y otras actividades marinas y lacustres, incluyendo desarrollo económico, seguridad y defensa, investigaciones científicas y protección del medio ambiente.[2]
Los orígenes de la hidrografía se remontan a la elaboración de cartas de navegación por parte de los marineros que se adentraban en nuevas aguas. Estas cartas solían ser propiedad privada, incluso secretos muy bien guardados, de individuos que las utilizaban para obtener ventajas comerciales o militares. A medida que el comercio transoceánico y la exploración aumentaban, los levantamientos hidrográficos empezaron a llevarse a cabo como un ejercicio por derecho propio, y el encargo de los levantamientos lo hacían cada vez más los gobiernos y las oficinas hidrográficas especiales. Las organizaciones nacionales, especialmente las armadas, se dieron cuenta de que la recopilación, sistematización y distribución de estos conocimientos les proporcionaba grandes ventajas organizativas y militares. Así nacieron organizaciones hidrográficas nacionales dedicadas a la recopilación, organización, publicación y distribución de la hidrografía incorporada a las cartas y los rumbos de navegación.
El cartógrafo holandés Lucas Janszoon Waghenaer produjo las primeras cartas náuticas verdaderas en el año 1584[3] fue una figura notable de la edad de oro de la cartografía flamenca, conocido por sus contribuciones pioneras en cartografía náutica. La suya primera publicación, Spieghel der zeevaerdt ("el espejo del Marinero") apareció en 1584. Este libro de mapas combinaba un atlas de cartas náuticas e indicaciones de navegación con instrucciones para la navegación por las aguas costeras (cabotaje) de Europa y del noroeste de Europa.