Ciclón tropical


En meteorología, el término ciclón tropical se usa para referirse a un sistema tormentoso caracterizado por una circulación cerrada alrededor de un centro de baja presión que produce fuertes vientos y abundantes lluvias. Los ciclones tropicales extraen su energía de la condensación de aire húmedo, produciendo fuertes vientos. Se distinguen de otras tormentas ciclónicas, como las bajas polares, por el mecanismo de calor que las alimenta, que las convierte en sistemas tormentosos de "núcleo cálido". Dependiendo de su fuerza un ciclón tropical puede llamarse depresión tropical, tormenta tropical, huracán y dependiendo de su localización se pueden llamar tifón (especialmente en las Islas Filipinas, Taiwán, China y Japón) o simplemente ciclón como en el Índico.

Su nombre se deriva de los trópicos y su naturaleza ciclónica. El término "tropical" se refiere tanto al origen geográfico de estos sistemas, que se forman casi exclusivamente en las regiones intertropicales del planeta, como a su formación en masas de aire tropical de origen marino. El término "ciclón" se refiere a la naturaleza ciclónica de las tormentas, con una rotación en el sentido contrario al de las agujas del reloj en el hemisferio norte y en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio sur.

Los ciclones se desarrollan sobre extensas superficies de aguas cálidas y cuando las condiciones atmosféricas alrededor de una débil perturbación en la atmósfera son favorables. A veces se forman cuando otros tipos de ciclones adquieren características tropicales.

Los ciclones tropicales son conducidos por vientos direccionales hacia la troposfera; si las condiciones continúan siendo favorables, la perturbación tropical se intensifica y puede llegar a desarrollarse un ojo, y pierden su fuerza cuando penetran en tierra o si las condiciones alrededor del sistema se deterioran, este se disipa.

Los ciclones tropicales producen grandes daños en las zonas costeras, mientras que regiones interiores y altas están relativamente a salvo de los daños, también producen lluvias torrenciales que a su vez pueden producir inundaciones y corrimientos de tierra y también provocan marejadas ciclónicas en áreas costeras y las cuales dependiendo de la geografía pueden producir inundaciones extensas a más de 40 km hacia el interior en llanuras litorales extensas y de pendiente escasa.[6]

Aunque sus efectos en las poblaciones y barcos pueden ser catastróficos, los ciclones tropicales pueden reducir los efectos de una sequía. Además, transportan el calor de los trópicos a latitudes más templadas, lo que hace que sean un importante mecanismo de la circulación atmosférica global que mantiene en equilibrio la troposfera y mantiene relativamente estable y cálida la temperatura terrestre.


Huracán Patricia, el huracán más poderoso registrado en toda la historia del mundo visto desde la Estación Espacial Internacional el 22 de octubre de 2015. El ciclón desarrolló ráfagas de 400 km/h, azotando las costas mexicanas (Jalisco, Colima, Nayarit).[1][2][3][4][5]
Mapa de los ciclones tropicales entre 1945 y 2006.
Estructura de un ciclón tropical.
Los huracanes se forman cuando la energía expulsada por la condensación del vapor de agua presente en el aire cálido en elevación causa un bucle de alimentación positiva sobre las aguas templadas de los océanos. El aire se calienta, elevándose aún más, lo que conduce a más condensación. El aire que fluye hacia el exterior de esta "chimenea" vuelve a la superficie, formando vientos muy fuertes.[22]
Mediciones de ozono recogidas sobre el huracán Erin el 12 de septiembre de 2001. El ojo de Erin está marcado con un símbolo rojo de huracán. En el ojo, las concentraciones de ozono son elevadas (amarillo y verde). El núcleo está rodeado por un área de concentración mucho menor de ozono (púrpura y azul).
Gráfica que muestra la caída de temperatura en superficie en el golfo de México en los momentos en el que los huracanes Katrina y Rita pasaron por el mismo. Estas tormentas enfriaron el agua más de 4 °C en los lugares por los que discurrieron y enfriaron todo el Golfo en 1 °C.
Mapa mundial de ciclones tropicales entre los años 1985 y 2005.
Animación de radio NOAA del huracán Patricia con animación infrarroja. Muestra el acercamiento hacia México en la mañana del 23 de octubre.
Vista desde el espacio, el huracán Lane el 22 de agosto de 2018 a las 15:00 UTC.
Esta imagen TRMM muestra la altura de las columnas de lluvia en el huracán Irene. Las torres más altas —la mayor alcanza los 17 km— producen las lluvias más intensas, mostradas en rojo. Cuanto más alto sube el vapor de agua antes de enfriarse, más intensa tiende a ser la tormenta, ya que estas torres son como pistones que convierten la energía del vapor de agua en un poderoso motor de producción de lluvia y viento; además, estas torres pueden ser indicativas de un fortalecimiento futuro.
Ondas en los vientos del océano Atlántico —las áreas de vientos convergentes se mueven a lo largo del mismo camino que el viento prevalente—, creando inestabilidades en la atmósfera que pueden llevar a la formación de huracanes.
Imagen satelital del huracán Katia (izquierda) tocando tierra sobre el estado mexicano de Veracruz, el huracán Irma (centro) acercándose a Cuba y el huracán José alcanzando su intensidad máxima el 8 de septiembre de 2017 (imagen de muy alta definición).
Imagen infrarroja del ciclón Winston cerca del pico de intensidad, mostrando rotación en el sentido de las agujas del reloj debida al efecto Coriolis.
El huracán Epsilon se fortaleció y organizó en el océano Atlántico Norte Central desafiando condiciones altamente desfavorables. Este inusual sistema desafió casi todos los pronósticos del NHC y demostró las dificultades existentes en la predicción de ciclones tropicales.
Vista de puesta del sol en las bandas de lluvia del Huracán Isidoro, fotografiado a 2220 metros de altura.
Gráfica de las causas de las muertes provocadas por los ciclones tropicales en los Estados Unidos entre 1970-1999.
Las consecuencias del Huracán Katrina en Gulfport, Misisipi. Katrina fue el ciclón más costoso en la historia de Estados Unidos debido al poco interés del gobierno en su previsión y en la difusión de la alerta.
Los tamaños relativos del Tifón Tip, el Ciclón Tropical Tracy y los Estados Unidos.
El primer huracán registrado en el Atlántico Sur, el Ciclón Catarina de 2004.
Ojo del Tifón Odesa, océano Pacífico, agosto de 1985.