Los hurritas (cuneiforme Ḫu-ur-ri 𒄷𒌨𒊑, hórreos en el Antiguo Testamento, surabitas en los documentos de Babilonia) fueron un pueblo que habitó en la antigüedad una región centrada en el valle del rÃo Khabur (norte de Mesopotamia y sus alrededores), lo que comprende los actuales sudeste de TurquÃa, norte de Siria e Irak y noroeste de Irán.
Entre los numerosos Estados que fundaron, destaca el de Mitani, que fue una de las grandes potencias de su época. Su distribución era similar a la de los kurdos en la actualidad.
El principal problema existente a la hora de estudiar a los hurritas es la escasez de fuentes directas. En 1887 se encontró en los archivos de El-Amarna (Egipto) una carta de un rey de Mitani, Tushratta, escrita en un idioma que al principio se llamó mitano. Sin embargo, pronto salieron a la luz los archivos hititas de Hattusa, donde a la lengua de los mitani se le llamaba hurrita, de donde tomó su nombre el pueblo que la hablaba.
Estos documentos hititas han sido la principal fuente para el conocimiento de la cultura hurrita, aunque también han resultado útiles documentos de otras potencias (Egipto, Babilonia, Ugarit) y restos arqueológicos. Particularmente interesantes son los documentos escritos tanto en hitita como en hurrita, ya que han ayudado a descifrar partes importantes de esta última lengua.
Los principales yacimientos hurritas se encuentran en Siria, Irak y TurquÃa, siendo muchos de ellos difÃciles de investigar debido a la inseguridad de la zona (Kurdistán), la cercanÃa a fronteras y la construcción de una presa en el Khabur.
Las primeras excavaciones comenzaron en los años veinte y treinta, en Siria e Irak, y fueron dirigidas por el arqueólogo estadounidense Edward Chiera (en el yacimiento de Nuzi) y el británico Max Mallowan (en los yacimientos de Chagar Bazar y Nagar). Hoy en dÃa muchos equipos de diversas naciones están trabajando en la zona con ayuda de las autoridades sirias. La mayorÃa de los restos arqueológicos revelan ciudades con una historia que comienza en el NeolÃtico y llega al menos hasta el periodo romano, con la excepción de los restos de Urkesh. Para la datación del material encontrado suele ser muy útil la llamada «cerámica del Khabur», tÃpica de la cultura hurrita.