Jena es una ciudad del centro-este de Alemania, en el estado de Turingia, situada en el valle del río Saale y rodeada de montañas acantiladas calcáreas y bosques.[1] La ciudad está ubicada a 250 km del sur de Berlín, 370 km al noroeste de Múnich y a 20 km al este de Weimar.
Jena se ha hecho famosa por dos motivos: por poseer una de las universidades con más tradición cultural y científica de Alemania y por su importante industria óptica (Carl Zeiss AG). Por ello se la conoce como "ciudad de la ciencia".[3]
Durante siglos, Jena perteneció a varios principados y ducados, hasta pasar a formar parte del ducado de Sajonia-Weimar.[4] Alrededor de 1800 Jena se convierte, junto con Weimar, en el centro cultural de Alemania. En esta época nacen en Jena el Romanticismo Universal, el Idealismo Alemán y gran parte de la Clásica de la literatura alemana.[5]
La batalla de Jena en octubre de 1806, permitió a Napoleón Bonaparte lograr una victoria contra Prusia. Estableció un poco más el dominio de Francia sobre Europa y marcó profundamente la historia del continente.[6]
Los primeros asentamientos alrededor de la ciudad datan del siglo VIII. Jena aparece por escrito por primera vez en un documento de 1182.[4] Hacía 1230 la familia de nobles von Lobdeburg le concedió el estatus de ciudad. Justo después se construyó la muralla, un elemento importante de la ciudad, ya que Jena estuvo en la región fronteriza de los países alemanes con los países eslavos. En los siguientes años recibió paulatinamente más autonomía administrativa y jurídica. En estos siglos se produjo un fuerte crecimiento económico gracias a la vinicultura. Este crecimiento se muestra en textos latinos de la época, donde se puede leer la frase «Jena, la Atenas del Saale» («Athenae ad Salam»). En 1286 se fundó un monasterio dominico y en 1301 otro de monjas cistercienses. Este último se construyó cerca de la iglesia San Miguel, alrededor de la cual también se construyeron nuevas viviendas que mostraban el bienestar de la población. A partir de 1331 los nobles de Wettin asumieron el poder sobre la ciudad. En 1414 se funda un monasterio de carmelitas. A finales del siglo XIV se construyó una nueva iglesia gótica de San Miguel y un nuevo ayuntamiento. En 1485 Jena pasa a pertenecer al recién creado linaje Ernestino de Wettin-Sajonia.[7]
En 1517 empieza la Reforma de Martín Lutero (1483-1546) en Wittenberg, la capital de los países Ernestinos (situada a 150 km de noreste de Jena). La nueva doctrina se divulga rápido; en Jena se hace muy popular debido a sus tres monasterios. Lutero viaja a Jena a menudo para tomar parte en debates y sermones sobre las ideas de la Reforma. En 1523 el teólogo Martín Reinhardt expone en uno de sus sermones la vertiente más radical de las nuevas doctrinas. Como consecuencia Federico III el Prudente (1486-1525) manda a Lutero para calmar la situación. Lutero hace prevalecer su doctrina en la ciudad y Reinhardt es obligado a abandonar la ciudad.[8]