Liechtenstein, oficialmente Principado de Liechtenstein[4][5] (en alemán, Fürstentum Liechtenstein;[6] [7]pronunciado /ˈfʏʁstn̩tuːm ˈlɪçtn̩ʃtaɪn/ ( escuchar)), es un país soberano centroeuropeo sin litoral cuya forma de gobierno es la monarquía constitucional, ubicado entre Suiza y Austria. Su territorio es el resultado de la unión de dos enclaves: Vaduz y Schellenberg[8] constituidos en un total de once comunidades. La capital es Vaduz y la ciudad más poblada es Schaan.[9][10]
El principado fue conocido por ser considerado un paraíso fiscal. Si bien no es miembro de la Unión Europea, desde diciembre de 2011 forma parte del espacio de libre circulación europeo.
Liechtenstein es uno de los seis micro-estados[11][12] que hay en Europa, además es, junto con Uzbekistán,[13][14] uno de los dos únicos países en el mundo aislados doblemente del mar,[15][16] es decir, que desde Liechtenstein se han de atravesar dos fronteras como mínimo para llegar al mar.
Los vestigios más antiguos de la existencia humana en la zona del actual Liechtenstein se remontan al Paleolítico Medio.[17] Los asentamientos agrícolas neolíticos aparecieron en los valles hacia el año 5300 a.C.
Las culturas de Hallstatt y La Tène florecieron a finales de la Edad de Hierro, a partir del 450 a.C., posiblemente bajo la influencia de las civilizaciones griega y etrusca. Uno de los grupos tribales más importantes de la región alpina eran los helvecios. En el año 58 a.C., en la batalla de Bibracte, Julio César derrotó a las tribus alpinas, poniendo así la región bajo el control de la República Romana. En el año 15 a.C., Tiberio -más tarde segundo emperador romano- conquistó con su hermano Druso toda la zona alpina. Liechtenstein se integró entonces en la provincia romana de Raetia. La zona estaba guarnecida por el ejército romano, que mantenía grandes campamentos legionarios en Brigantium (Austria), cerca del lago de Constanza, y en Magia (Suiza). Los romanos construyeron y mantuvieron una carretera que atravesaba el territorio. Alrededor del año 260, Brigantium fue destruida por los alemanes, un pueblo germánico que se instaló en la zona hacia el año 450.
En la Alta Edad Media, los germanos se asentaron en la meseta suiza oriental en el siglo V y en los valles de los Alpes a finales del siglo VIII, con Liechtenstein situado en el extremo oriental de Alemannia. En el siglo VI, toda la región pasó a formar parte del Imperio franco tras la victoria de Clodoveo I sobre los alemanes en Tolbiac en el año 504 d.C[18][19]