La mortalidad infantil es el indicador demográfico que señala el número de defunciones de niños en una población de cada mil nacimientos vivos registrados, durante el primer año de su vida.[3][4]
La consideración del primer año de vida para establecer el indicador de mortalidad infantil se debe a que el primer año de vida es el más crítico en la supervivencia del ser humano: cuando se sobrepasa el primer cumpleaños, las probabilidades de supervivencia aumentan drásticamente. Se trata de un indicador relacionado directamente con los niveles de pobreza y de calidad de la sanidad gratuita (a mayor pobreza o menor calidad sanitaria, mayor índice de mortalidad infantil) y constituye el objeto de uno de los 8 Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas.[5][6]
La necesidad de enfocarse en la infancia y la niñez es indispensable, dada la creciente evidencia científica en Salud del Desarrollo que sugiere que los primeros años de desarrollo juegan un papel fundamental para generar y mantener las inequidades socioeconómicas en salud en la vida adulta.[5][7]
Sin embrazo las desigualdades son tan amplias en las distintas regiones del planeta, que ello ha llevado a las Naciones Unidas a incluir como uno de los ocho Objetivos del Milenio la reducción de la mortalidad infantil (en niños de 5 años o menos) en dos terceras partes entre 1990 y 2015.
En 2003, los países con menor mortalidad infantil del mundo eran Noruega e Islandia, con 3 por cada 1000 para los niños menores de 1 año, y 4 por cada 1000 para los niños menores de 5 años, respectivamente. En América Latina, Cuba posee la tasa más baja del orden con 4.0 muertes en niños menores de 1 año y 4.7 en niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos (2017),[10] siguiéndole Chile, con una tasa de 6,9 por cada 1000 (2017).[11]
Cada año, dos millones de recién nacidos fallecen en su primer día de vida.[12] Los 20 países con peores tasas de mortalidad infantil pertenecen todos al África, siendo Níger el que registra la peor del mundo con 154 y 262 ‰ respectivamente. En América Latina es Haití el país con los peores índices (76 y 118), y en Asia es Yemen (82 y 113).