El Museo del Prado, oficialmente Museo Nacional del Prado, es uno de los más sobresalientes del mundo,[5][6] y también figura entre los más visitados (el decimoctavo en 2013 entre los dedicados al arte).[7] Con sede en Madrid, España, está asimismo considerada la institución cultural más importante del país, según el Observatorio de la Cultura de 2022, estudio realizado entre varios centenares de profesionales del sector.[8]
Singularmente rico en cuadros de maestros españoles y de varias escuelas pictóricas del resto de Europa entre los siglos XV y XVIII, y españoles del XIX, según manifestó el historiador del arte e hispanista Jonathan Brown «pocos se atreverían a poner en duda que es el museo más importante del mundo en pintura europea».[9] Su principal atractivo radica en la amplia presencia de Velázquez, el Greco, Goya (el artista más extensamente representado en el museo),[10]Tiziano, Rubens y el Bosco, de los que posee las mejores y más extensas colecciones que existen a nivel mundial,[11][12] a lo que hay que sumar destacados conjuntos de autores tan importantes como Murillo, Ribera, Zurbarán, Paret, Fra Angelico, Rafael, Veronese, Tintoretto, Durero, Patinir, Antonio Moro, Van Dyck o Poussin, por citar solo algunos de los más relevantes.
Alfonso E. Pérez Sánchez, antiguo director de la institución, afirmaba que «representa a los ojos del mundo lo más significativo de nuestra cultura y lo más brillante y perdurable de nuestra historia».[13]
El inventario de bienes artísticos comprendía, a febrero de 2017, más de 35 000 objetos, desglosados en 8045 pinturas, 9561 dibujos, 5973 estampas y 34 matrices de estampación, 971 esculturas (además de 154 fragmentos), 1189 piezas de artes decorativas, 38 armas y armaduras, 2155 medallas y monedas, por encima de 15 000 fotografías, 4 libros y 155 mapas.[nota 2][14][15]
Por endémicas limitaciones de espacio, el museo exhibía una selección de obras de máxima calidad (unas 900), por lo que era definido como «la mayor concentración de obras maestras por metro cuadrado». Con la ampliación de Rafael Moneo, inaugurada en 2007, se previó que la selección expuesta crecería en un 50 %, con unas 450 obras más.[16] Además, en 2018 se reabrieron las salas del ático norte, tras lo cual el total de piezas expuestas ronda las 1700,[17] y cuando se rehabilite el edificio del Salón de Reinos se colgarán en él entre 250 y 300 pinturas más.[18]
Al igual que otros grandes museos europeos, como el Louvre de París y los Uffizi de Florencia, el Prado debe su origen a la afición coleccionista de las dinastías gobernantes a lo largo de varios siglos. Refleja los gustos personales de los reyes españoles y su red de alianzas y sus enemistades políticas, por lo que es una colección asimétrica; algunos artistas y estilos tienen un repertorio insuperable, y por el contrario otros se hallan representados nula o escasamente. Solo desde el siglo XX se procura, con resultados desiguales, solventar algunas ausencias.