Los piroxenos son un importante grupo de silicatos que forman parte de muchas rocas ígneas y metamórficas.[1] Su nombre proviene de las palabras "piro" y "xeno" del griego antiguo que significan "fuego" y "extraño".[2] Este nombre se lo dio René Just Haüy debido a que este consideraba su ocurrencia en lavas como algo ajeno.[2]
Tienen una estructura común que consiste en cadenas simples de tetraedros de sílice. Su fórmula general es XY(Si, Al)2O6, donde "X" representa calcio, sodio, hierro2+, manganeso, litio o magnesio, e "Y" representa iones de menor tamaño como el cromo, aluminio, hierro2+, hierro3+, magnesio, manganeso o titanio.[2] Entre los diferentes piroxenos según su química existe una gran cantidad de miscibilidad.[3] Las variedades ricas en hierro, magnesio y calcio son las más comunes.[2]
De brillo vítreo, son inalterables por el ácido clorhídrico. Los piroxenos con hierro son oscuros, los que carecen de este elemento suelen ser blancuzcos, grises o de color verde claro. Los piroxenos suelen ocurrir en forma prismática o como pequeñas agujas.[4] En su apariencia y química tienen un parecido a los anfíboles pero los piroxenos se diferencian por carecer de hidroxilo (OH) en su estructura cristalina y carecer el sitio "A" de los anfíboles por lo cual no pueden acomodar grandes elementos alcalinos.[2][3] Otra diferencia más fácil de detectar es que los piroxenos tienen un plano de exfoliación aproximadamente en 93° y 87°,[2] mientras que el anfíbol los tiene a los 56° y 124°.[5]
Según su simetría los piroxenos se subdividen en orto y clinopiroxenos. Los primeros son ortorrómbicos y los segundos monoclínicos.[3]
El grupo de los piroxenos incluye dos subgrupos, dependiendo del sistema de cristalización. Los clinopiroxenos cristalizan en sistema monoclínico (como la augita, el diópsido y la espodumena), mientras que los ortopiroxenos lo hacen en el ortorrómbico (como la broncita, la enstatita y la hiperstena).[6]
Los piroxenos forman parte de muchas rocas ígneas y metamórficas.[1] En rocas ígneas los piroxenos se forman en magmas a temperaturas de 1000 a 1300 °C siendo una de las primeras fases en cristalizar.[7] Su rápida meteorización hace que no suela formar parte de rocas sedimentarias.[1] Algunas de las rocas ígneas donde se suele hallar piroxeno son el basalto, el gabro y la peridotita.[7]