Praga (en checo, Praha, pronunciado /ˈpraɦa/ ( escuchar); en alemán, Prag, pronunciado /pʁaːk/ (
escuchar)) es la capital de la República Checa y de la región de Bohemia. Situada a orillas del río Moldava, tiene aproximadamente 1,2 millones de habitantes, lo que la convierte en la ciudad más poblada del país y la séptima de Europa Central. El área metropolitana de Praga cuenta con una población de 1,9 millones de habitantes.[1] Su belleza y patrimonio histórico la convierten en una de las veinte ciudades más visitadas del mundo.[2]
Praga fue fundada a fines del siglo IX, convirtiéndose en una de las capitales más importantes de Europa en los siglos XVIII y XIX. Antigua capital del Reino de Bohemia y de Checoslovaquia, en el siglo XX sufrió los efectos de las dos guerras mundiales y de la dictadura nazi. Tras la segunda guerra quedó dentro de la esfera de influencia soviética. Tras la Revolución de terciopelo y la caída del Muro de Berlín la ciudad se ha ido adaptando a la economía de mercado. Praga, cuyo casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1992,[3][4]es considerada una ciudad global de «clase Alfa -», a la altura de Boston, Viena o Múnich.[5]
Según las leyendas de la princesa Libuše vio muchas profecías de su castillo Libušín, que se encuentra en el centro de Bohemia. En una profecía, se le dijo, ella preveía la gloria de Praga. Un día ella tuvo una visión:
Otros historiadores afirman que el nombre de la capital tiene su origen en la palabra eslava Prga, que significa «harina tostada», debido a la aridez del lugar elegido para construir el Castillo de Praga.[6]
Por último algunos opinan que el origen es la palabra checa Prahy, que significa «rápidos», por los rápidos del río Moldava, a cuyas orillas se asienta la ciudad.[6]
Los primeros vestigios en el lugar que hoy ocupa Praga datan del Paleolítico.[7] El primer asentamiento estable se considera que fue el de la tribu celta, hacia el siglo VI a. C.[8] se estableció al sur de la actual Praga. La población se denominaba Závist. Posteriormente esta tribu fue reemplazada por el pueblo germánico y más adelante por los eslavos, que permanecieron desde el siglo IV, aunque durante un período fueron dominados por los ávaros.[9]