El relieve terrestre es el término que define a las formas que tiene la corteza terrestre o litosfera en la superficie, tanto en relación con las tierras emergidas como en cuanto al relieve oceánico, es decir, al fondo del mar. Es el objeto de estudio de la geomorfología y de la geografía física, sobre todo, al hacer referencia a las tierras continentales e insulares. Pierre George ofrece una sencilla definición del relieve terrestre:
La geomorfología es una de las ramas de la geología, que se engloba con otras ciencias dentro de las ciencias de la Tierra. Por lo general, en geomorfología se hace referencia como relieve terrestre, al relieve de las partes emergidas de la superficie terrestre, es decir, de los continentes e islas.
Del medio físico forman parte el relieve de los continentes, mares y océanos, que es muy estable porque los cambios son lentos, y se hacen visibles con el paso de los años. El medio físico condiciona desigualmente los grupos humanos.
Según la morfología y la altimetría, el relieve puede dividirse también en relieve terrestre propiamente dicho y relieve submarino. El relieve continental pertenecería a los continentes e islas, y el relieve submarino pertenecería al fondo marino que incluye tanto al suelo de los mares y al de los océanos e incluye a las dorsales oceánicas, el talud continental, la zona abisal y las fosas submarinas.
Dentro de este grupo podríamos incluir a los tres tipos mayores del relieve terrestre, tanto con relación a su extensión como a su importancia: los macizos antiguos y escudos, las cuencas o llanuras sedimentarias y las cordilleras recientes, levantadas durante el Cenozoico.