Presidencialismo pleno Presidencialismo con gobierno vinculado al Parlamento Semipresidencialismo Parlamentarismo
Monarquías parlamentarias en las cuales el monarca no posee ningún poder efectivo Monarquías constitucionales en las cuales el monarca ejerce personalmente el poder ejecutivo en conjunto con otras instituciones
Suspensión de las garantías constitucionales (p. ej., dictaduras militares) Países que no se ajustan a ninguno de los sistemas anteriores, por ejemplo la Teocracia
Una república (del latín respublĭca,[1] ‘cosa oficial’, ‘cosa pública’, ‘lo público’; y esta de res, ‘cosa’, y pūblica, ‘pública’, viene de populus, ‘pueblo’)[2] es una forma de Estado cuya máxima autoridad no es un monarca u otra de las demás autoridades que ocupan el poder a través de una forma de gobierno como la aristocracia, el parlamentarismo, la oligarquía, etc. En las repúblicas actuales la figura del jefe de Estado es representada por el presidente.
El término república fue acuñado por primera vez en el año 500 a. C. en Roma, pero con el tiempo el término ha sufrido varios cambios de significado. Inicialmente, el término latino res publica significaba la anterior "forma parcial de democracia" como se encuentra en Roma desde 500 a. C. hasta 27 a. C.. En esta primera democracia parcial romana, el poder de la clase aristocrática o Patricios que tenía todos los escaños en el Senado romano fue controlado por la institución del consulado, cuyos dos cónsules / vice-gobernantes fueron elegidos anualmente por los ciudadanos libres o plebe de Roma. La antigua definición romana de la palabra difiere del uso moderno del término, donde no se considera que las posiciones de liderazgo se limiten a la "clase dominante".[3][4]
"Los dos grandes puntos de diferencia entre una democracia y una república son: primero, la delegación del gobierno, en esta última, a un pequeño número de ciudadanos elegidos por el resto; en segundo lugar, el mayor número de ciudadanos, y la mayor esfera del país, sobre el cual puede extenderse este último.”[5]