El sistema endocrino, también llamado sistema de glándulas de secreción interna, es el conjunto de órganos y tejidos del organismo, que segregan un tipo de sustancias llamadas hormonas. Las hormonas son mensajeros químicos liberados por células, que alcanzan el torrente sanguíneo para regular a distancia diferentes funciones corporales, como la velocidad de crecimiento, la actividad de los tejidos, el metabolismo, el desarrollo y funcionamiento de los órganos sexuales y algunos aspectos de la conducta; una vez alcanzado el punto de destino, estos mediadores son capturados por su receptor específico ubicado en la célula diana.[1] A diferencia del sistema nervioso, que utiliza impulsos eléctricos, el sistema endocrino funciona exclusivamente por medio de «señales químicas» (las hormonas) que son vertidas al torrente sanguíneo y luego transportadas por él.[2]
La endocrinología estudia las glándulas endócrinas,[3] las sustancias hormonales que producen estas glándulas, sus efectos fisiológicos y las enfermedades provocadas por alteraciones de su función.
Los órganos endocrinos también se denominan, glándulas sin conducto o glándulas endocrinas debido a que sus secreciones se liberan directamente en el torrente sanguíneo,[4] mientras que las glándulas exocrinas liberan sus secreciones sobre la superficie interna de los epitelios o la superficie externa cutánea. Las glándulas endócrinas comparten características comunes, entre ellas la carencia de conductos, alta irrigación sanguínea y la presencia de vacuolas intracelulares que almacenan las hormonas.
Las tres glándulas más representativas del sistema endócrino son: la hipófisis, la glándula tiroides y las suprarrenales.[5]
Además de las glándulas endocrinas especializadas para tal fin, existen otros órganos como el riñón, hígado, corazón y las gónadas, que tiene una función endocrina secundaria. Por ejemplo el riñón segrega hormonas endocrinas como la eritropoyetina y la renina.
Las hormonas son sustancias químicas segregadas por las glándulas endocrinas que al llegar a través de la sangre a las células diana, hacen que estas realicen determinadas funciones. Actúan como coordinadores y reguladores de numerosas funciones del organismo con la finalidad de lograr que todos los sistemas funcionen correctamente. Básicamente actúan como mensajeros químicos que transportan información de una célula a otra. Por lo general son liberadas directamente dentro del torrente sanguíneo, solas o asociadas a proteínas transportadoras que alargan su vida media. Hacen su efecto en determinados órganos o tejidos a distancia de donde se sintetizaron. Las hormonas actúan generalmente vertiéndose a la sangre y provocando acciones en órganos situados a distancia (comunicación endocrina), en algunos casos pueden actuar sobre la misma célula que la sintetiza (acción autocrina) o sobre células contiguas (acción paracrina).