El sitio de Leningrado (en ruso, блокада Ленинграда, romanizado: blokada Leningrada) fue una acción militar de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial encabezada por Wilhelm Ritter von Leeb, que buscó inicialmente apoderarse de la ciudad de Leningrado (actual San Petersburgo). Sin embargo, ante la imposibilidad de tomar la ciudad rápidamente, los alemanes y sus aliados finlandeses optaron por bloquear la ciudad y dejar morir de hambre a la población civil y a la guarnición de la ciudad. Los soviéticos construyeron una intrincada defensa alrededor de la ciudad y camuflaron edificaciones históricas con redes que impedían determinar su perfil.[13]
El asedio comenzó el 8 de septiembre de 1941, cuando la Wehrmacht cortó el último camino a la ciudad. Aunque las fuerzas soviéticas lograron abrir un estrecho corredor terrestre a la ciudad el 18 de enero de 1943, el Ejército Rojo no levantó el asedio hasta el 27 de enero de 1944, 872 días después de que comenzara. El bloqueo se convirtió en uno de los asedios más largos y destructivos de la historia, y fue posiblemente el asedio más costoso de la historia debido a la cantidad de bajas que se sufrieron durante el mismo. En el siglo XXI, algunos historiadores lo han clasificado como un genocidio debido al hambre sistemática y la destrucción intencional de la población civil de la ciudad.[14][15][16][17][18]
Miles de familias murieron de frío y hambre en sus hogares. La falta de alimentos llevó a la población a alimentarse de palomas, gatos y ratas; también hubo actos de antropofagia y compraventa de cadáveres.[19] La ciudad estuvo a punto de perecer de no ser por un corredor que se estableció a través del helado lago Ládoga, por donde llegaba una mínima ayuda a los sitiados. Los muertos hasta ser liberada la ciudad superaron la cifra extraoficial de 1 200 000.[20]
El 1 de diciembre de 1940, en una sesión informativa celebrada en el OKH (Estado Mayor General del Ejército) el Generaloberst Franz Halder presentó sus planes para la operación Barbarroja, en dicha reunión intentó convencer a Hitler de que el objetivo de la campaña debía ser Moscú, el centro político de la Unión Soviética, el objetivo final consistiría en conquistar el área al oeste de una línea que fuera de Arcángel hasta el río Volga, Hitler no se opuso a estos planes aunque puso el énfasis en la destrucción del Ejército Rojo antes de que se retirara hacia el este para después ocupar las zonas altamente industrializadas del norte de Rusia y la zona agrícola de Ucrania. Los avances proyectados de los tres grupos de ejército alemanes serían hacia Leningrado (Grupo de Ejércitos Norte), Moscú (Grupo de Ejércitos Centro) y Kiev (Grupo de Ejércitos Sur). Tanto el OKH como Hitler daban por hecho que el poderoso Grupo de Ejércitos Centro, que debía llevar el peso principal de la ofensiva, podía ser desviada al norte o al sur para apoyar el avance de los otros dos grupos de ejército mucho más débiles.[21]