El templo de Kukulcán (también conocido con el nombre de «El Castillo»),[1] es un edificio prehispánico ubicado en la península de Yucatán, en el actual estado del mismo nombre. El actual templo se construyó en el siglo XII d. C. por los mayas itzaes en su capital, la ciudad de Chichén Itzá, fundada originalmente en el siglo VI d. C.[2] Su diseño tiene una forma geométrica piramidal; cuenta con nueve niveles, cuatro fachadas principales, cada una con una escalinata central, y una plataforma superior, rematada por un templete.
En esta construcción, se rindió culto a la entidad maya Kukulcán (del maya yucateco: Kꞌuꞌukꞌul Kaan ‘serpiente emplumada’),[3] razón por la cual se pueden apreciar motivos serpentinos en la decoración arquitectónica. Por otra parte, también cuenta con simbolismos que hacen alusión a los números más importantes utilizados en el calendario solar agrícola, el calendario Tzolkin (calendario sagrado) y la rueda calendárica. La alineación de la construcción de la pirámide permite que se puedan observar diversos fenómenos de luz y sombra, los cuales se producen en su propio cuerpo durante los equinoccios y solsticios cada año.[4][5][6]
En 1988, la Unesco declaró la ciudad maya de Chichén Itzá como Patrimonio de la Humanidad.[7] Casi 20 años después, el cineasta suizo Bernard Weber convocó, por medio de la New Open World Corporation, una «elección global» (esto es, basada en internet y en la que teóricamente cualquiera con acceso a la red podía votar) para elegir las Nuevas maravillas del mundo, y se eligió el templo de Kukulcán desde el 7 de julio de 2007 como una de las «Nuevas siete maravillas del mundo contemporáneo». Cabe mencionar que fue esta estructura —y no el sitio arqueológico en su totalidad— la que resultó ganadora.[8] Esta confusión se debe a que la pirámide de Kukulcán es una de las principales estructuras del lugar.[9]
En comparación con la pirámide de Keops en Egipto, o incluso con la pirámide del Sol de Teotihuacán, las dimensiones de la pirámide de Kukulcán son pequeñas:
En cuanto a la altura, la pirámide de Keops mide aproximadamente 147 m y la del Sol, 65 m sin incluir los supuestos 10 metros que tendría su templete; por su parte, la altura de 55,3 m en las bases de sus fachadas.
De tal forma, las medidas de la pirámide de Kukulcán no rivalizan con otras construcciones similares en el mundo; incluso la pirámide de Templo del Gran Jaguar de Tikal (47 m) es más alta. Son sus características arquitectónicas, sus simbolismos calendáricos y astronómicos los que la destacan de forma particular.[10]