Jerónimo de Prado


Jerónimo de Prado (1547 - 13 de enero de 1595) fue un erudito bíblico y exegeta jesuita español que interpretó el Libro de Ezequiel .

Prado nació en Baeza, España . Entró en la Compañía de Jesús en 1572; enseñó literatura; y luego ocupó la cátedra de Escritura en Córdoba, España, durante dieciséis años. Su obra magna fue el Tomus Primus en Ezechiel (fol. Págs. 360; Roma, 1596). Después de dieciséis años dedicados a este tomo, murió en Roma, donde buscaba ilustraciones para él. Había llegado al capítulo veintiséis. El resto de Ezequiel fue interpretado por el jesuita Juan Bautista Villalpando , de Córdoba, quien añadió dos volúmenes. De éstos, el segundo está dividido en dos partes: I. Explanationum Ezechielis prophetæ, pars prima, in tredecim capita sequentia (fol. Págs. 104; Roma, 1604); II.De postrema Ezechielis prophetæ visione (fol. Págs. 655; Roma, 1605). Esta segunda parte del segundo volumen entra en un estudio arqueológico detallado del Templo de Jerusalén . El tercer volumen de este comentario sobre Ezequiel se titula Appartus urbis ac templi Hierosolymitani (folio, págs. Xvi, 603; Roma, 1604). El volumen consta de dos partes, y ambas son obra conjunta de Prado y Villalpando.

Comentarios sobre Isaías, Zacarías, Miqueas y la Epístola a los Hebreos , así como un libro sobre cronología bíblica, se encuentran entre los manuscritos que dejó Prado, varios de los cuales se encuentran en la Biblioteca Nacional de Madrid . Los volúmenes publicados por Villalpando fueron dedicados a Felipe II de España , a cuyo pedido y costo se culminó con éxito la obra iniciada por Prado. Estos tres volúmenes incluyen un estudio exhaustivo y científico de las monedas, pesos y medidas judías; y una reconstrucción del Templo y la Ciudad de Jerusalén a partir de los pocos datos disponibles. El cardenal Nicholas Wiseman consideró que la obra de Prado "sigue siendo el mayor repertorio al que debe recurrir todo escoliaista moderno para explicar las dificultades del libro".[1] El joven Rosenmüller llama a estos volúmenes "una obra repleta de variada erudición y sumamente útil para el estudio de la antigüedad". [2] Entre los que Prado inspiró con su minuciosidad y entusiasmo en el estudio de la Biblia estaban sus discípulos Juan Pineda y Luis de Alcázar .