Literatura de España |
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La literatura modernista española es la literatura de España escrita durante el Modernismo (principios del siglo XX) a medida que las artes evolucionaron y se opusieron al Realismo anterior .
Parnasianismo y Simbolismo
La influencia de estos dos movimientos, que se desarrollaron en Francia a partir de mediados del siglo XIX, fue muy importante para la aparición del Modernismo en España.
- El parnasianismo , llamado así por su primera aparición en la revista "Le Parnasse Contemporain" (1866-1876), es un estilo literario que postula el arte por el arte, lejos de las importantes y sentimentales ambiciones que defendía el romanticismo . Los partidarios intentaron crear "objetos bellos", acercándose a temas exóticos y adornándolos con un lenguaje musical, pero que son fríos. El padre de esta escuela fue Leconte de Lisle .
- El simbolismo , sin embargo, tiene una ambición trascendental. La figura principal del movimiento es Charles Baudelaire . Para el autor de Las flores del mal , todo el universo, espiritual y terrestre, forma un conjunto armonioso, unidos entre sí por correspondencias invisibles, y la personalidad del poeta es la encargada de revelarlos. De esta manera, por ejemplo, el escritor podría ver un sol escondido como un símbolo de decadencia, mientras que un amanecer simbolizaría el Renacimiento. Esta suposición sugiere comparaciones con el poeta, pero fundamentalmente metáforas.
Modernismo literario en España: contexto
En Literatura, el precursor del Modernismo en España fue el Realismo .
El desastre del 98
La Guerra Hispanoamericana, conocida en España como el Desastre del 98 o Guerra de Cuba, surgió entre España y Estados Unidos en 1898, durante la regencia de María Cristina, viuda del rey Alfonso XII . Para España significó la pérdida de las colonias de ultramar y el fin del antes poderoso imperio español.
El regeneracionismo
El movimiento intelectual que piensa objetiva y científicamente sobre las causas de la decadencia de España como nación entre los siglos XIX y XX se denomina Regeneracionismo. Expresa un juicio pesimista sobre España. Los intelectuales regeneracionistas divulgaron sus estudios en revistas de gran difusión, por lo que el movimiento se expandió.
La Institución Libre de Educación
Entre los organismos de gran importancia en esta época, cabe destacar la Institución Libre de Educación, fundada en Madrid en 1876 por el catedrático y pensador Francisco Giner de los Ríos . Con ideas filosóficas de origen alemán, emprendió un arduo trabajo de modernización cultural de España, en educación e investigación. Su carácter europeísta fue muy influyente durante el siglo XX, particularmente durante la Segunda República , que acogió de buen grado sus ideales reformistas. En 1939 desapareció la Institución, fuertemente reprimida por los vencedores de la Guerra Civil . Pese a todo, un pensamiento decididamente moderno se extendió principalmente entre la burguesía, clase que desplegarán los autores más importantes del siglo XX.
Caracteristicas
El Modernismo, estudiado como movimiento literario o artístico-literario, apareció en el mundo hispánico en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. Hoy se ve como un fenómeno con proyecciones mucho más amplias en el espacio y el tiempo. Se abrió un período de renovación en América y Europa, que partió de una voluntad común de rechazo a los dogmas y principios de la sociedad. El período o época modernista comienza y se cierra en fechas que podrían fijarse hacia 1880 y 1945, aunque signos precursores ocurrieron antes del primero y siguieron observándose después del último.
En la política, las formas de la desobediencia modernista se reflejan en una inclinación más sentimental que intelectual, hacia los credos liberadores, el socialismo y el anarquismo. En su juventud, gente como Miguel de Unamuno y Leopoldo Lugones se sintieron atraídos por el socialismo, mientras que la doctrina anarquista pareció en un principio atraer a Pío Baroja y Manuel González Prada . La aversión a la sociedad que los rodeaba (y no solo, aunque por supuesto también, a los gobiernos) los impulsaba a buscar mundos habitables, muchas veces inventados. El indigenismo y el exotismo son las dos vertientes de la protesta contra la mezquindad predominante.
El escapismo y la denuncia de la sociedad burguesa son aspectos complementarios de una actitud ambivalente. Los escritores y artistas plásticos coincidieron en la negación, e incluso un hombre oficialmente conservador como Antonio Gaudí proyectó en arquitecturas insólitas sus delirios escapistas (arabicismo de la Casa Vicens, en Barcelona, o gotismo purificado del Palacio Episcopal de Astorga). El indigenismo y el exotismo no eran actitudes negativas: implicaban la afirmación del mundo habitable; más aún, de mitos en los que se declaraban verdades cercanas de validez universal.
Los autores modernistas fueron simultáneamente positivistas, por hostilidad a las convenciones establecidas, y antipositivistas, por reacción contra un sistema en el que las tendencias espirituales no tenían cabida. Intentar afiliarlos a una filosofía es tan imposible y absurdo como intentar afiliarlos a un partido. De Platón y Pitágoras , principalmente de este último, o de las doctrinas que se amparan bajo su nombre, llegó a los modernistas la concepción rítmica del universo y la vida, y se convirtió en el eje de su creación poética.
El pitagorismo de los modernistas comprende una inclinación por las doctrinas esotéricas, manifestada en su interés por lo oculto y en un deseo o inquietud por comunicarse con el más allá, expresado ya en 1895 por uno de sus eminentes precursores: Gérard de Nerval . La denominada literatura declinante los familiarizó con el ocultismo, y Rubén Darío , Leopoldo Lugones , Ramón del Valle-Inclán , Horacio Quiroga , Pío Baroja , entre otros, escribieron narraciones en las que se describe la acción de las fuerzas extrañas. Valle-Inclán redactó en La lámpara maravillosa un tratado de estética esotérica.
Estas inquietudes derivaron lógicamente al interés por el espiritismo. Incluso si no creían en ella, algunos autores modernistas realmente se interrogaron sobre la parte que podría tener razón en esas doctrinas, y se iniciaron en sus misterios. De diversas formas estos misterios se infiltraron en sus obras.
También es interesante el misticismo de los modernistas, ortodoxo o heterodoxo, pero rara vez libre de erotismo, asociado al impulso erótico de entregarse al otro, de entregarse. El punto final del erotismo y el misticismo es el éxtasis. El erotismo se acerca otras veces a la violencia y la sangre, como con Valle-Inclán y Rodríguez Larreta ; La gloria de Don Ramiro es quizás la culminación más extrema de tales asociaciones, que en la poesía quedaron registradas en inolvidables versos de Rubén Darío . Otros poetas (como Palés Matos y Juan Ramón Jiménez ) elevarían más tarde lo erótico hasta lo metafísico.
Los modernistas eran parnasianistas, es decir, partidarios de la forma impecable, de la belleza llamada a perdurar por la perfección con que se expresaba; y simbolistas, que revelaban lo desconocido por lo conocido, lo indescriptible en figuras adaptadas para expresarlo. El Modernismo se asocia al parnasianismo con la escultura; al simbolismo con música. No hay que entender que entre uno y otro hay un borde insalvable; por el contrario, si en algunos escritores modernistas, como José Santos Chocano y Guillermo Valencia , predomina el culto a la forma, en otros, como Leopoldo Lugones y Antonio Machado , se aprecia una preferencia por el intimismo. Y aún hay que recordar que el simbolismo del que se habla no es sólo consecuencia del simbolismo francés de los años ochenta; aunque viniendo de allí en el impulso inicial, y aunque el vocabulario y la temática de los modernistas fue impregnado por los de los simbolistas franceses, los modernistas españoles no tardaron mucho en asimilar también el simbolismo de los poetas de lengua inglesa, y todavía el de San Juan el de la Cruz también.
No puede sorprender que en la corriente general del Modernismo confluyan diversas tendencias, unas veces complementarias, otras contradictorias, porque así tiene que ser, fundamentalmente, cualquier período histórico, sea el Renacimiento, el Romanticismo o el Modernismo. Y esas diversidades y antagonismos ocurren dentro de los hombres, y no solo entre hombres. Divididos, en pugna con los demás y consigo mismos, negando con la razón lo que el sentimiento postula, las máximas figuras del Modernismo, quienes mejor lo representaban ( Rubén Darío o Miguel de Unamuno ) vivían angustiadas, si no desesperadas. Estos dos sentimientos, mucho más que los cisnes y las princesas, mera orientación ocasional, constituyen el legado más arduo de los modernistas a sus herederos y sucesores.
Algunos autores
Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno (1864-1936) fue un ensayista, novelista, poeta, dramaturgo y filósofo español. En sus obras cultivó una gran variedad de géneros literarios.
Rubén Darío
Félix Rubén García Sarmiento (1867-1916) fue un poeta nicaragüense que escribió bajo el seudónimo de Rubén Darío. Su poesía dio vigor a la poesía rancia y monótona en español de la época.
Bibliografía
- Modernismo (Literatura) , Enciclopedia Salvat Universal, Salvat Editores, ISBN 84-345-9500-1 .
- Silva, José Asunción, Obra completa, Madrid: Ediciones de Centenario. Allca xx, Casa de Poesía Silva , 1996.
Ver también
- Literatura de España : evolución de la literatura española.
- Modernismo : el movimiento en general.
- Foro de estudios modernistas españoles e italianos en la Universidad Estatal de Pensilvania