Emperatriz Catalina la Grande de Rusia (1729-1796)
Este retrato íntimo de la emperatriz, que ya respira el espíritu de una época burguesa, no guarda relación con ningún parecido conocido de la zarina. Aunque aquí está vestida con atuendo cívico, las tres medallas delatan la iconografía tradicional reservada a los gobernantes. El retrato refleja el compromiso de la emperatriz con las ideas de la Ilustración y se aleja mucho de los retratos oficiales de corte del Barroco tardío. En 1745, la princesa Sofía de Anhalt-Zerbst, nacida en 1729, se convirtió en gran duquesa Catalina de Rusia. En 1761, su esposo fue proclamado emperador (zar) Pedro III, quien siguió una política proprusiana. En 1762, el impopular zar fue destituido por un golpe de estado y su esposa lo sucedió en el trono como Catalina II. Gobernó Rusia como gobernante autocrático hasta su muerte en 1796. Se sintió atraída por las ideas de la Ilustración, pero en la política cotidiana resultó ser una soberana autoritaria y absolutista, expandiendo el poder de Rusia como ningún gobernante ruso lo había hecho antes que ella. También abrió Rusia al arte y la cultura europeos.
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