Todos los obispos católicos de la HRE eran príncipes-obispos ( Fürstbischof ) y poseían un Hochstift y un asiento en la Dieta Imperial, con la excepción de los obispos de Chiemsee, Gurk, Lavant y Seckau —los llamados Eigenbistümer— que estaban subordinados al arzobispo de Salzburgo, así como a los obispos de Breslau, Viena y los demás obispos cuya sede se encontraba dentro de las tierras hereditarias de los Habsburgo (Austria, Bohemia, Silesia, Países Bajos austríacos). Si bien esos obispos se llamaban a sí mismos príncipes-obispos, no tenían un Hochstift ni un asiento en la Dieta Imperial. Por lo tanto, eran obispos a cargo solo de una diócesis. (J. Whaley, Alemania y el Sacro Imperio Romano . Volumen I, Oxford University Press, 2012, págs. 89–90)
El príncipe-obispo de Strassburg (Estrasburgo) perdió el control efectivo de su Hochstift en la orilla occidental del Rin cuando Alsacia cayó bajo el dominio francés en 1648. Sin embargo, dos pequeños territorios en la orilla este sobrevivieron bajo su dominio temporal y, por lo tanto, siguió siendo un príncipe-obispo no sólo de nombre sino también de hecho.
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