Inglés: VIII. CLAVIS, la octava llave, grabada por
Matthaeus Merian (1593-1650). De
Tripus aureus, hoc est, Tres tractatus chymici selectissimi, nempe I. Basilii Valentini, benedictini ordinis monachi, Germani, practica una cum 12. clavibus et appendice, ex germanico; II. Thomae Nortoni, angli philosophi crede mihi seu ordinale, ante annos 140. ab authore seriptum, nunc ex anglicano manuscripto in latinum translatum, phrasi eujusque authoris ut et sententia retenta; III. Cremeri cuiusdam abbatis westmonasteriensis angli testamentum, hactenus nondum publicatum, nunc in diversarum nationum gratiam editi, et figuris cupro affabre incisis ornati operâ et studio. Michaelis Maieri, fil. et med. D. com. pag. &C. Francofurti, apud Hermannum à Sande. MDCLXXVII. publicado en la colección
Musaeum hermeticum, reformatum et amplificatum . Francofurti: Apud Hermannum à Sande, 1678. En latín.
La parte en cuestión 'I. Basilii Valentini, benedictini ordinis monachi, Germani, practica una cum 12. clavibus et appendice, ex germanico; ». o " Basil Valentine , un monje alemán de la orden benedictina, un estudio con las doce llaves y el apéndice, [traducido] del alemán".
En un recinto amurallado, dos hombres sentados con ballestas apuntan a un objetivo cuadrado con una diana circular y una llave encima. Siete flechas han dado en el blanco. Entre estos dos hombres hay cuatro pequeñas cruces con techo y una tumba abierta en la que un hombre o un cadáver resucitado está parado con las manos en alto. A la izquierda de la tumba, brota maíz. En primer plano, un cadáver yace en un campo arado. A la izquierda, un hombre está esparciendo grano. Detrás del hombre, cuatro pájaros comen el grano. Debajo del cadáver hay una cruz. A la derecha se encuentra un ángel alado que sostiene un cetro en su mano izquierda y toca una trompeta en su mano derecha.
En la octava clave, ni los cuerpos humanos ni animales pueden multiplicarse o propagarse sin descomposición; el grano y todas las semillas de hortalizas, cuando se echan en la tierra, deben descomponerse antes de que puedan brotar de nuevo; además, la putrefacción da vida a muchos gusanos y otros animáculos.