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La nicotina, la droga que hace que el tabaco sea adictivo, va a tu cerebro. Te hace sentir bien cuando fumas, pero puede ponerte ansioso, nervioso, malhumorado y deprimido después de fumar. El consumo de tabaco también provoca dolores de cabeza y mareos.

El tabaco te mancha los dientes y te da mal aliento. Tampoco podrá saborear sus comidas favoritas, porque algunas de sus papilas gustativas están arruinadas. El consumo de tabaco también provoca sangrado de las encías (enfermedad de las encías) y cáncer.

Fumar aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Si trata de hacer actividades como hacer ejercicio o practicar deportes, su corazón tiene que trabajar más para mantenerse al día.

Los fumadores tienen problemas para respirar porque fumar daña los pulmones. Si tiene asma, puede tener ataques más frecuentes y más graves. Fumar provoca mucha tos con flema (mucosidad). El tabaco también puede aumentar el enfisema (enfermedad pulmonar) y el cáncer de pulmón.

Menos flujo de sangre y oxígeno a los músculos, lo que hace que duelan más cuando hace ejercicio o practica deportes.