La campaña 'No podemos dar nuestro consentimiento a esto' tiene como objetivo crear conciencia sobre los problemas de violencia que generalmente se cometen durante las relaciones sexuales, así como hacer campaña para abolir la defensa del 'sexo rudo' .
La campaña fue fundada por Fiona Mackenzie en diciembre de 2018 en respuesta a la decisión de Natalie Connolly, donde su perpetrador pudo confiar en la defensa de "sexo rudo" y recibir una sentencia menor de homicidio involuntario. [1] Esto llevó a Mackenzie y a otros voluntarios a comenzar una campaña contra la defensa en la que se basaban los juicios relacionados con el "sexo duro" en todo el mundo, particularmente en el Reino Unido. La campaña es conocida por sus peticiones, así como por los debates con los miembros del Parlamento. Además de abogar por la abolición de la defensa, buscan convertir la estrangulación no fatal en un delito específico bajo el Proyecto de Ley de Abuso Doméstico. [2]
'We Can't Consent to This' hizo una presentación por escrito al Parlamento del Reino Unido proporcionando evidencia sobre el Proyecto de Ley de Abuso Doméstico y sus enmiendas para prohibir la defensa del 'sexo rudo' que, según afirman, son 'necesarios ahora'. [3]
La campaña ha trabajado con varios investigadores para descubrir los problemas relacionados con la defensa del "sexo rudo".
En junio de 2020, se publicó una investigación sobre el éxito de las denuncias de "sexo rudo" dentro del sistema judicial de Inglaterra y Gales. [4]
En diciembre de 2020, compartieron los resultados de una investigación realizada por Bichard, Byrne, Saville & Coetzer sobre el daño que causa el estrangulamiento no fatal. [5] En su investigación, se encontró que una vez que una mujer ha sido estrangulada, sus posibilidades de que sea asesinada subsecuentemente se multiplican por ocho.