cónclave papal de 1458


El cónclave papal de 1458 (del 16 al 19 de agosto), convocado después de la muerte del Papa Calixto III , eligió como sucesor al cardenal Enea Silvio Piccolomini , quien tomó el nombre de Pío II .

El Papa Calixto III , el primer Papa de la Casa de los Borgia , murió el 6 de agosto de 1458. [1] Fue severamente criticado por su nepotismo y devoción hacia sus compatriotas de Cataluña , lo que lo hizo muy impopular entre la población romana bastante xenófoba. Tras la muerte del Papa estalló una rebelión abierta contra él y algunos de sus partidarios (por ejemplo, su sobrino Pedro Luis de Borja ) tuvieron que huir de Roma. [2]

En el momento de la muerte de Calixto, había 27 cardenales vivos, de los cuales 19 estaban en Roma, pero el 14 de agosto murió inesperadamente el cardenal Domenico Capranica , arcipreste del Colegio. En el cónclave participaron 18 de los 26 miembros del Sacro Colegio: [3]

Ocho electores eran italianos, cinco españoles, dos franceses, dos griegos y un portugués. Siete de ellos fueron creados por Calixto III, seis por Eugenio IV, cuatro por Nicolás V y uno por Martín V.

De los cardenales ausentes, cuatro fueron creaciones de Eugenio IV, dos de Nicolás V y uno de Calixto III. Pierre de Foix fue el último cardenal superviviente del Gran Cisma de Occidente y fue elevado por el antipapa pisano Juan XXIII .

Las principales preocupaciones en el cónclave de 1458 surgieron del rápido aumento del poder efectivo y la influencia de la monarquía francesa en los últimos años de la Guerra de los Cien Años , que había terminado recientemente con la victoria francesa. Los principales estados italianos, el Reino de Nápoles , la República de Génova y el Ducado de Milán , temían un renacimiento del interés francés en los asuntos italianos y trataron de evitar a toda costa la elevación de un Papa francés. El candidato oficial de los milaneses fue Domenico Capranica. La campaña para su elección en el período previo al cónclave tuvo tanto éxito que parecía casi seguro que sería elegido para el papado. Pero el cardenal Capranica murió repentinamente el 14 de agosto de 1458, dos días antes del comienzo del cónclave, dejando a su partido en una gran confusión. Ottone de Carretto , embajador de Milán en Roma, tomó la decisión rápida e inconsulta de apoyar al cardenal Enea Piccolomini y logró convencer a Latino Orsini, uno de los cardenales más influyentes, para que lo respaldara en esta acción. El principal candidato del partido pro-francés fue d'Estouteville. Bessarion, Torquemada y Calandrini también fueron considerados papabiles . [1]