Ley de Tierras Nativas, 1913


La Ley de Tierras Nativas de 1913 (posteriormente rebautizada como Ley de Tierras Bantú de 1913 y Ley de Tierras Negras de 1913 ; Ley No. 27 de 1913) fue una Ley del Parlamento de Sudáfrica que tenía como objetivo regular la adquisición de tierras. Según Britannica: [1] "La Ley de Tierras Nativas de 1913 definió menos de una décima parte de Sudáfrica como "reservas" negras y prohibió cualquier compra o arrendamiento de tierras por parte de los negros fuera de las reservas. La ley también restringió los términos de tenencia bajo la cual los negros podrían vivir en granjas propiedad de blancos".

La Ley de Tierras Nativas de 1913 [2] fue la primera legislación importante sobre segregación aprobada por el Parlamento de la Unión. Fue reemplazado en 1991 . La ley decretó que a los nativos no se les permitía comprar tierras a los blancos y viceversa. Las excepciones tenían que ser aprobadas por el Gobernador General. Las áreas nativas que quedaron inicialmente totalizaron menos del 10% de toda la masa terrestre de la Unión, que luego se amplió al 13%. [3]

La ley prohibía además la práctica de la servidumbre o la aparcería . También protegía los acuerdos o arreglos existentes de terrenos alquilados o arrendados por ambas partes. [5]

Esta tierra estaba en áreas de "reserva nativa", lo que significaba que estaba bajo tenencia "comunal" otorgada a los jefes africanos: no podía comprarse, venderse ni utilizarse como garantía. Fuera de esas áreas, quizás de mayor importancia para la agricultura negra fue que la Ley prohibía la agricultura de arrendatarios negros en tierras de propiedad de blancos. Dado que tantos agricultores negros eran aparceros o arrendatarios de mano de obra, eso tuvo un efecto devastador, pero su implementación total no fue inmediata. La ley fortaleció a los jefes, que formaban parte de la administración estatal, pero obligó a muchos negros de las zonas "blancas" a trabajar asalariados. [4]

"Quizás el impacto más visible de la Ley fue que negó a los africanos el acceso a tierras que poseían o que habían estado arrendando a granjeros blancos".

Como se reseña en el relato de la delegación realizada al entonces Ministro de Justicia de Sudáfrica, Jacobus Wilhelmus Sauer, en el párrafo 'Respuestas a la Ley de Tierras' de la misma referencia: [6]