Las elecciones generales se celebraron en Costa Rica el 14 de febrero de 1932. [1] Ricardo Jiménez Oreamuno del Partido Nacional Republicano Independiente ganó las elecciones presidenciales, mientras que el partido también ganó las elecciones parlamentarias, en las que obtuvo el 46,7% de los votos. [2] La participación electoral fue del 64,2%. [3]
En 1931 Ricardo Jiménez Oreamuno es proclamado en ausencia candidato presidencial en la convención del Partido Nacional Republicano donde ocurre un incidente sin mayores consecuencias; cuatro personas gritan "¡Viva el Partido Comunista !" [4]
Al informarle que ha resultado electo candidato Jiménez dice que lo pensará, porque es reacio, retirado de la política en su finca, dice que aceptaría solo si cuenta con el apoyo ciudadano suficiente y el apoyo económico de otros. Las diversas facciones republicanas (todas que se proclamaban herederas del histórico Partido Republicano de Máximo Fernández ) se dividieron buscando candidatos. Alberto Echandi Montero del Partido Agrario y León Cortés Castro del Republicano se rumorean como posibles candidatos, pero al final se dan por vencidos. [4]
Por su parte, el ministro plenipotenciario en Estados Unidos , Manuel Castro Quesada, pide licencia y regresa al país con aspiraciones políticas. [4] Esto genera una protesta al interior del gabinete de Cleto González Víquez que vota a favor de destituir a Castro, con el voto negativo del Secretario de Seguridad Pública y yerno de González, Arturo Quirós Carranza. El asunto sale a la luz pública, lo que provoca la renuncia de los secretarios que encabezaron la destitución de Castro; Tomás Soley Güell, Gregorio Escalante y Octavio Beeche. Se rumoreó la renuncia de González, pero no sucedió. [4]
El opositor León Cortés (cuyo nombre significa león en español) lanzó fuertes acusaciones contra el gobierno y contra Castro a quien acusó de ser un títere del gobierno. [4] Castro respondió:
Que el señor Cortés calme su frenesí de león de circo; Que siga siendo la nota humorística de la campaña y camine con su manto ondulante de pueblo en pueblo.