Las elecciones para la 7.ª Asamblea Legislativa de Macao ( en portugués : Eleições para a 7.ª Assembleia Legislativa de Macau ) se celebraron en Macao el 12 de septiembre de 2021. Esta elección legislativa devolverá a 33 miembros de la Asamblea Legislativa de Macao , con 14 elegidos directamente por todos los electorados , 12 elegidos indirectamente por grupos de interés especial y 7 designados por el Jefe Ejecutivo 15 días después del anuncio de los resultados de las elecciones.
La tasa de participación electoral para la elección directa de la Asamblea Legislativa de 2021 se situó en el 42 % después del cierre de las urnas, la tasa más baja registrada desde el establecimiento de la Región Administrativa Especial de Macao en 1999. [1]
La Comisión de Asuntos Electorales para esta elección legislativa descalificó sin precedentes a unos 21 candidatos que pretendían contender en las elecciones directas. Como resultado de que a esos 21 aspirantes se les prohibió postularse, cinco listas de candidatos quedaron sin calificar debido al requisito electoral de un mínimo de 4 contendientes en cada lista. [2] [3]
Todos los candidatos a favor de la democracia, excepto la lista de candidatos de José Pereira Coutinho , [4] no pudieron presentarse a las elecciones. La descalificación masiva creó conmoción ya que Macao ha sido visto como "obediente" al gobierno de Beijing, mientras que la descalificación de los candidatos electorales, que había ocurrido antes en Hong Kong, se creía que era poco probable en Macao. [5]
La participación en las elecciones fue solo del 42,38%, la más baja desde las elecciones de 1988. Se dijo que la descalificación masiva fue la razón por la que los residentes no votaron, pero los funcionarios afirmaron que el clima y la pandemia fueron los factores principales. [6] El número de boletas inválidas y en blanco rompió récord, con algunos escritos como "elección arruinada", "democracia", nombre del candidato descalificado Antonio Ng o lenguaje obsceno. [7]
El campo prodemocrático ganó solo 2 escaños de 33, mientras que el resto estaba bajo el control de partidos y políticos progubernamentales y pro-Beijing, como se esperaba.