La Ley de acceso a informes médicos de 1988 (c. 28) es una ley del Parlamento del Reino Unido que se aplica a las personas en Inglaterra, Gales y Escocia. Entró en vigor el 1º de enero de 1989. [1]
Otorga a los pacientes el derecho a ver informes escritos sobre ellos por un médico con fines laborales o de seguro con quien tienen una relación normal entre médico y paciente. [2] Los pacientes pueden ver un informe antes de enviarlo y solicitar cambios. Se puede negar el acceso a un informe si el médico cree que es probable que cause un daño grave a la salud física o mental del individuo o de otras personas o si indica las intenciones del médico con respecto al individuo, o si revela la identidad de otra persona que ha proporcionado información.