La gestión basada en actividades ( ABM ) es un método para identificar y evaluar las actividades que realiza una empresa, utilizando el costeo basado en actividades para llevar a cabo un análisis de la cadena de valor o una iniciativa de reingeniería para mejorar las decisiones estratégicas y operativas en una organización.
El cálculo de costos basado en actividades establece relaciones entre los costos generales y las actividades para que los costos se puedan asignar con mayor precisión a los productos, servicios o segmentos de clientes.
La gestión basada en actividades se centra en la gestión de actividades para reducir costes y mejorar el valor para el cliente. Kaplan y Cooper [1] dividen ABM en operativo y estratégico:
Uno de los beneficios clave del uso de ABM es cómo permite a los gerentes comprender la rentabilidad del producto y del cliente, los procesos comerciales de costos y cómo mejorarlos (Alireza 2017).
Un riesgo con ABM es que algunas actividades tienen un valor implícito, no necesariamente reflejado en un valor financiero agregado a ningún producto. Por ejemplo, un lugar de trabajo particularmente agradable puede ayudar a atraer y retener al mejor personal, pero es posible que no se identifique como un valor agregado en el ABM operativo. Un cliente que representa una pérdida basada en actividades comprometidas, pero que abre oportunidades en un nuevo mercado, puede ser identificado como un cliente de bajo valor mediante un proceso estratégico de ABM.
Los gerentes deben interpretar estos valores y utilizar ABM como un "terreno común, pero neutral, ... esto proporciona la base para la negociación". [2] ABM puede brindar a los gerentes intermedios una comprensión de los costos de otros equipos para ayudarlos a tomar decisiones que beneficien a toda la organización, no solo al resultado final de sus actividades.