Alberto Pel


Félix-Albert Pel (12 de junio de 1849 - 9 de junio de 1924) fue un criminal y asesino en serie francés . Fue apodado El relojero de Montreuil .

En el juicio de Landru , este último fue comparado con Pel debido a las muchas similitudes entre los dos casos.

Nacido en Grand-Coeur, en el municipio de Aigueblanche , Albert Pel era hijo de un relojero y un comerciante; sus padres se separaron poco después de su nacimiento, aparentemente por actos adúlteros cometidos por su madre. Al respecto, Pel dijo durante su juicio que padecía "inseguridades sobre si realmente era hijo del relojero de Saboya". Cada cónyuge vivía por su lado: el Sr. Pel permaneció en Bourg-Saint-Maurice y la Sra. Pel se mudó a París . Fue recordada por su modesto comercio de objetos religiosos en la calle Sainte-Croix-de-la-Bretonnerie. El niño fue criado por su padre y luego recogido por uno de sus tíos. [1]

En 1859, un tío que se interesó por Albert Pel, el maestro Flandin, abogado de Moûtiers , le propuso enviarlo a París para terminar su educación y hacer su aprendizaje. Por lo tanto, Pel residió principalmente con su madre, quien confió el niño primero a las hermanas de San Agustín, luego a los hermanos de San Nicolás, Vaugirard.

A los quince años ingresó en MM. Leriel y Maucolin, y en 1868, salió para convertirse en trabajador, en el reloj Manceau, primero en el 17 de la Rue La Fayette , luego en la casa Josse, en el 13 de la Rue De Douai . Albert Pel aún vivía con su madre, en la rue Bleue. Cuando el negocio no prosperó, se trasladaron a la calle Rochechouart a mediados de 1869, donde Pel abrió un negocio de relojes. La señorita Reichenbach, vecina de los Pels, testificó durante el juicio sobre la falta de simpatía de Pel por su madre.

En los primeros días de agosto de 1872, la Sra. Pel sufrió un cólico severo . El médico la visitó una sola vez, encontrando dolor en el abdomen y el estómago, y obstrucciones en las vías respiratorias. El 26 de agosto murió sin que su hijo resultara gravemente afectado. Según testigos, incluso exclamó: "¡Ella está ahí!". El certificado de defunción anotará como causa de muerte "bronquitis crónica". Pel insistió en que nadie vino a ver el cuerpo ni a presenciar el entierro. Los vecinos supusieron que los ruidos extraños que escucharon ese día eran obra de Pel, que buscaba descubrir objetos de valor escondidos en la casa.