Andrea Matteo Acquaviva
Andrea Matteo Acquaviva , octavo duque de Atri (1458-1529) [1] fue un noble y condottiero italiano del Reino de Nápoles . Nacido en Conversano, Puglia, fue el segundo hijo del duque Giulio Antonio Acquaviva y su esposa Caterina Orsini del Balzo. Era prima hermana de la reina Isabel , esposa del rey Ferrante de Nápoles. [2]
Él y sus hermanos fueron educados en Nápoles por el erudito humanista Giovanni Pontano . En 1464 se convirtió en marqués de Bitonto. En septiembre de 1477, Andrea Matteo se casó con Isabella Piccolomini de Aragón, la hija de la hija natural del rey Ferrante, María de Aragón. El esposo de María, Antonio Todeschini Piccolomini, duque de Amalfi, era sobrino del Papa Pío II y hermano del Papa Pío III . [2] En 1478, compró de la propiedad estatal real el feudo de Sternatia en Terra di Otranto .
Su padre lo preparó para la vida de las armas, peleando con él en Toscana (1478) y luego en Otranto contra los turcos en 1481. Su hermano mayor Giovanni Antonio murió en Pisa en 1479. A la muerte de su padre en Otranto, Andrea Matteo, como hijo mayor sobreviviente, heredó el título de duque de Atri y conde de S. Flaviano, lo que lo convirtió en señor feudal de gran parte de Abruzzo. También recibió los feudos maternos con el título de Conde de Conversano. [2] En 1482, durante la Guerra de Ferrara , luchó por Fernando I de Nápoles en nombre del yerno del rey, Ercole I d'Este, duque de Ferrara contra el Papa Sixto IV y sus aliados venecianos.
En 1485, se unió a la Conspiración de los Barones , quizás porque los aragoneses no querían devolver Teramo a Acquaviva. Finalmente derrotado, fue uno de los pocos barones que se salvaron, debido a la intervención de su suegro, Antonio Piccolomini, quien resultó ser el yerno del rey. [3]
Andrea Matteo se distinguió como partidario de los franceses . Consalvo de Córdoba lo hizo prisionero y lo llevó a España ; pero su encierro no duró mucho; ya su regreso a Nápoles se convirtió en patrón de letras. Se le mantuvo alejado de la vida política, debido a que sospechaba de su pasado como defensor de la causa francesa. En 1510, Andrea Matteo y otros barones se reúnen en la catedral de Nápoles para protestar por la introducción de la Inquisición española en el territorio. Al año siguiente, devuelve el collar de la orden francesa de San Miguel . Murió en Puglia en 1529.
Para los literatos era en verdad un benefactor, de ahí los encomios que se le prodigaban y que, más que cualquier mérito propio, le valieron la distinción. Sin embargo, escribió al menos un libro, un comentario sobre la traducción latina de la Moralia de Plutarco . [4] Miembro de la Accademia Pontaniana , [5] fue uno de los príncipes humanistas más importantes del sur de Italia.
