Algunas mascotas domésticas, animales asilvestrados y animales salvajes han aprendido a utilizar el transporte público humano para viajar de forma independiente. Esto es tolerado o incluso celebrado por los pasajeros, aunque la mayoría de los sistemas de transporte público solo permiten animales de servicio y prohíben las mascotas.
Según la especialista en vida silvestre urbana Suzanne MacDonald, los "viajeros" animales generalmente están motivados por la comida y la seguridad disponibles en el vehículo en lugar de su capacidad para llevarlos a un destino. [1] Los ejemplos de animales que dependen del transporte público para alimentarse o un entorno seguro incluyen:
Sin embargo, se ha observado en numerosas ocasiones que perros y gatos utilizan el transporte público como medio para llegar a un destino deseado: