Colección de arte de Adolf Hitler

La colección de arte de Adolf Hitler era una gran acumulación de pinturas que obtuvo antes y durante los eventos de la Segunda Guerra Mundial. Estas pinturas a menudo se tomaron de galerías de arte existentes en Alemania y Europa cuando las fuerzas nazis invadieron. Hitler planeó crear un gran museo en Linz llamado Führermuseum para exhibir lo mejor del arte que adquirió. Si bien este museo nunca se construyó, eso no impidió que Hitler y muchos otros funcionarios nazis confiscaran obras de arte en toda Europa. Las pinturas que adquirieron los nazis a menudo se almacenaban en minas de sal y castillos en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial . Eventualmente, muchas de estas obras de arte serían rescatadas por un grupo llamado Monuments Men.. Si bien este grupo de trabajo de comerciantes de arte y especialistas de museos pudo recuperar muchas de las obras de arte robadas, todavía hay muchas pinturas que aún no se han encontrado. ^[1] En 2013, Cornelius Gurlitt , hijo de uno de los comerciantes de arte de Hitler, fue encontrado con un apartamento lleno de pinturas que su padre había guardado tanto de los nazis como de los Monuments Men. Este descubrimiento de pinturas ha sacado a la luz una vez más muchas pinturas que se creían perdidas.

Adolf Hitler nació el 20 de abril de 1889 en Austria. A temprana edad, Hitler mostró interés por las artes. Su padre odiaba la idea de que su hijo se convirtiera en artista en lugar de en un funcionario del gobierno como él. El padre de Hitler trató de sacarle la idea a golpes cada vez que se mencionaba el arte o cualquier cosa relacionada. ^[2] Este ciclo se prolongó durante años hasta que su padre falleció repentinamente. Después de su fallecimiento, Hitler se sintió libre de hacer lo que quisiera. Su madre lo animó a postularse a la famosa escuela de artes de Viena, la Akademie. Fue rechazado dos veces, en 1907 y 1908. ^[2] Sus solicitudes fueron desestimadas y el director sugirió que debería postularse a la Escuela de Arquitectura, pero no tenía suficientes calificaciones académicas para hacerlo.

Hitler mantuvo su interés en el arte después de convertirse en canciller en 1933. Usó su poder absoluto para hurgar en miles de museos de toda Europa recolectando, robando y reuniendo una enorme colección de obras de arte. ^[2] En 1937, Hitler abrió un museo. La Gran Exposición de Arte Alemán, el museo conocido como Arte Degenerado , abrió a un público limitado conteniendo el primero de su colección. ^[3] Este fue su primer paso en su colección de arte. Abrió un museo. El ERR ( Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg ) recibió la orden de vaciar y saquear museos para reunir arte para la creciente colección de Hitler. ^[4]Esta organización le dijo a la gente que estaban guardando el arte en un lugar seguro, pero en realidad, estas pinturas se usaban en museos de toda Alemania, así como también para el uso de Hitler y otros funcionarios. ^[5] Su gestión se encargó de la apropiación de miles de piezas. Su colección fue el robo de arte más grande de la historia.

A fines de la década de 1930, cuando el partido nazi tomó el poder en Alemania, los nazis crearon un "Día del arte alemán" para celebrar la cultura ayran. En su discurso de apertura de 1937 para el primer Día del Arte Alemán, Hitler se dirigió a la multitud y habló sobre el arte aceptable e inaceptable. Hitler y sus seguidores apreciaron las obras de arte tradicionales que incluían pinturas y esculturas y aprobaron el arte que representaba los valores del Reich; trabajo duro, patria y familia. Esta exposición solo mostró arte que apoyó al régimen nazi. Cualquier arte que no apoyara el ideal nazi fue etiquetado como degenerado. ^[6]

Además de crear museos llenos de pinturas y esculturas que respaldaban los estándares alemanes aprobados, los nazis también crearon una exhibición para mostrar todo el arte que consideraban degenerado. ^[7] Cualquier arte que fuera moderno o abstracto se consideraba degenerado. ^[7] Además de exhibir este arte y etiquetarlo como arte degenerado, el partido nazi también brindó explicaciones a los espectadores de por qué el arte era una forma de arte menor. ^[7] En el discurso de 1937, Adolf Hitler mencionó muchos tipos de arte a los que se oponía el Reich.