Plasma a presión atmosférica


El plasma a presión atmosférica (o plasma AP o plasma a presión normal ) es un plasma en el que la presión coincide aproximadamente con la de la atmósfera circundante , la llamada presión normal.

Los plasmas a presión atmosférica tienen una importancia técnica destacada porque, a diferencia del plasma de baja presión o el plasma de alta presión, no se necesita un recipiente de reacción para garantizar el mantenimiento de un nivel de presión diferente de la presión atmosférica. Por consiguiente, según el principio de generación, estos plasmas pueden emplearse directamente en la línea de producción. Se elimina la necesidad de cámaras costosas para producir un vacío parcial como se usa en la tecnología de plasma de baja presión. [1] [2]

Los plasmas a presión atmosférica que han alcanzado una importancia industrial notable son los generados por excitación CC ( arco eléctrico ), excitación CA ( descarga corona, descarga de barrera dieléctrica , descarga directa piezoeléctrica y chorros de plasma, así como microplasma de microondas de 2,45 GHz).

Mediante una descarga de alto voltaje (5–15 kV, 10–100 kHz) se genera un arco eléctrico pulsado. Un gas de proceso, generalmente aire comprimido sin aceite que fluye a través de esta sección de descarga, se excita y se convierte al estado de plasma. Este plasma pasa a través de un cabezal de chorro a la superficie del material a tratar. El cabezal del chorro determina la geometría del haz y está al potencial de tierra para retener partes de la corriente de plasma portadoras de potencial.

Un sistema de microondas utiliza amplificadores que emiten hasta 200 vatios de potencia de radiofrecuencia (RF) para producir el arco que genera plasma. La mayoría de las soluciones funcionan a 2,45 GHz. Una nueva tecnología proporciona encendido y operación altamente eficiente con la misma red electrónica y de acoplamiento. [3] Este tipo de plasmas a presión atmosférica es diferente. El plasma es solo la parte superior del electrodo. Esa es la razón por la que fue posible la construcción de un chorro de cánula.

Los fabricantes utilizan chorros de plasma, entre otras cosas, para activar y limpiar superficies de plástico y metal para prepararlas para la unión adhesiva y la pintura. Hoy en día se pueden tratar materiales en láminas de hasta varios metros de ancho alineando una serie de chorros en una fila. La modificación de la superficie lograda por los chorros de plasma es comparable a los efectos obtenidos con el plasma a baja presión. [4]