Agustín Bonnetty


Augustin Bonnetty (nacido en Entrevaux (departamento de Basses-Alpes), el 9 de mayo de 1798, fallecido en París el 26 de marzo de 1879) fue un pensador y escritor francés que fundó y editó Annales de philosophie chrétienne desde 1830 hasta su muerte.

En 1815, Bonnetty ingresó al seminario de Digne y estudió para el sacerdocio. Después de completar sus estudios filosóficos y teológicos, como era demasiado joven para ser ordenado, se fue a Marsella como tutor privado. Pronto sintió que su misión era utilizar la ciencia y la filosofía en defensa de la Iglesia y permanecer como laico.

En 1825 se fue a París y cinco años más tarde fundó los Annales de philosophie chrétienne (primer número el 31 de julio de 1830) que editó hasta su muerte. Su principal objetivo era mostrar la concordancia de la ciencia y la religión, y señalar cómo las diversas ciencias contribuyeron a la demostración del cristianismo.

En 1838 también asumió la dirección de la Université catholique fundada dos años antes por Gerbet, Salinis, Scorbiac y Montalembert. Habiéndose convertido en el único propietario de esta revista en 1846, suspendió su publicación, en 1855, para dedicarse exclusivamente a los Annales . Entre las principales características de los Annales estaba el intento de mostrar la universalidad de una revelación primitiva que es reconocible incluso en los mitos y fábulas de todas las naciones.

El Essai sur l'indifférence en matière de religion (1817) de Félicité de Lamennais impresionó tanto a Bonnetty que dedicó toda su vida a justificar y desarrollar su principio de que el cristianismo es la única creencia universal cuyos principios básicos nunca faltaron en ninguna época o civilización. .

"Uno comienza a comprender cómo toda religión en su conjunto se basa en la tradición: en la historia, es decir, no en el razonamiento. Uno también tiene que reconocer que si por algún tiempo pasado el cristianismo y la influencia benéfica de la iglesia sobre los destinos de los pueblos han llegado a ser mejor apreciados, esto es atribuible a los descubrimientos históricos, y sobre todo al progreso en esa área de la ciencia histórica que lleva el nombre de Filosofía de la Historia”. [1]