Carlos Alessandro Guidi
Como principal fundador de la conocida Academia Romana de los Arcadios , tuvo una participación considerable en la reforma de la poesía italiana, que en ese momento estaba dominada por la extravagancia barroca de los poetas Giambattista Marini y Claudio Achillini y su escuela. Guidi, Giovanni Mario Crescimbeni y el crítico y jurisconsulto Gravina intentaron fomentar un uso directo del lenguaje. [1]
El genio de Guidi fue lírico en grado sumo; sus canciones están escritas con singular fuerza y encantan al lector, a pesar de toques de grandilocuencia. Su canción más célebre es la titulada Alla Fortuna ( A la fortuna ), fue una obra de poesía muy admirada en el siglo XVII. [1]
Guidi era bizco, jorobado y de constitución delicada, pero poseía una indudable capacidad literaria. Sus poemas se imprimieron en Parma en 1671 y en Roma en 1704. En 1681 publicó en Parma su tragedia lírica Amalasunta en Italia y dos dramas pastorales Daphne y Endymion . Este último tuvo el honor de ser citado como modelo por el crítico Gravina, en su tratado de poesía. [1]
Menos afortunada fue la versión poética de Guidi de las seis homilías del Papa Clemente XI , primero por haber sido severamente criticadas por el satírico Settano , y luego por haber resultado ser la causa indirecta de la muerte del autor. Una espléndida edición de esta versión había sido impresa en 1712, y estando el Papa en Castel Gandolfo , Guidi fue allí para obsequiarle una copia. En el camino se encontró con un grave error tipográfico, que le tomó tanto a pecho que le dio un infarto en Frascati y murió en el acto. [1]
Guidi fue honrado con la protección especial de Ranuccio II, duque de Parma , y de la reina Cristina de Suecia .
