Las nubes públicas son administradas por proveedores de servicios de nube pública, que incluyen los servidores, el almacenamiento, las redes y las operaciones del centro de datos del entorno de la nube pública. [1] Los usuarios también pueden optar por administrar sus servicios de nube pública con una herramienta de administración de nube de terceros.
Administrar una nube privada requiere herramientas de software para ayudar a crear un grupo virtualizado de recursos informáticos, proporcionar un portal de autoservicio para usuarios finales y manejar la seguridad, la asignación de recursos, el seguimiento y la facturación. [2] Las herramientas de administración para nubes privadas tienden a estar impulsadas por servicios, a diferencia de los recursos, porque los entornos de nube suelen estar altamente virtualizados y organizados en términos de cargas de trabajo portátiles. [3]
En los entornos de nube híbrida, los recursos informáticos, de red y de almacenamiento deben administrarse en múltiples dominios, por lo que una buena estrategia de administración debe comenzar por definir qué debe administrarse, dónde y cómo hacerlo. [4] Las políticas para ayudar a gobernar estos dominios deben incluir la configuración e instalación de imágenes, control de acceso, elaboración de presupuestos e informes. [4] El control de acceso a menudo incluye el uso de inicio de sesión único (SSO), en el que un usuario inicia sesión una vez y obtiene acceso a todos los sistemas sin que se le solicite iniciar sesión nuevamente en cada uno de ellos.
La gestión de la nube combina software y tecnologías en un diseño para gestionar entornos de nube. [5] Los desarrolladores de software han respondido a los desafíos de administración de la computación en la nube con una variedad de plataformas y herramientas de administración de la nube. [6] Estas herramientas incluyen herramientas nativas ofrecidas por proveedores de nube pública, así como herramientas de terceros diseñadas para brindar una funcionalidad consistente en múltiples proveedores de nube. Los administradores deben equilibrar los requisitos competitivos de consistencia eficiente en diferentes plataformas en la nube con acceso a diferentes funciones nativas dentro de las plataformas en la nube individuales. La creciente aceptación de la nube pública y el aumento del uso de múltiples nubes están impulsando la necesidad de una gestión multiplataforma coherente. La rápida adopción de los servicios en la nube está introduciendo un nuevo conjunto de desafíos de gestión para los profesionales técnicos responsables de gestionar los sistemas y servicios de TI. [7]
Las plataformas y herramientas de administración de la nube deben tener la capacidad de proporcionar una funcionalidad mínima en las siguientes categorías. La funcionalidad se puede proporcionar de forma nativa u orquestar a través de la integración de terceros. [8]
Las organizaciones pueden agrupar estos criterios en casos de uso clave, incluidos Cloud Brokerage, DevOps Automation, Governance y Day-2 Life Cycle Operations. [8]