compo (película)


The Tribune dijo que la película "era principalmente divertida, pero un poco demasiado larga. Aunque es una parodia de los peores aspectos del servicio público, la representación de las personas con heridas como sanguijuelas de la sociedad se volvió un poco molesta. No obstante, por un pequeño presupuesto, la película local Nigel Buesst lo ha hecho muy bien". [5]

The Age dijo que "tenía una pizca de excelente en las líneas, pero es un caos narrativo y satírico y está aún más manchado por una terrible mala interpretación". [6]

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