Incentivo al desarrollo económico


Un incentivo de desarrollo económico se puede definir estrictamente como “asistencia en efectivo o casi en efectivo proporcionada de manera discrecional para atraer o retener operaciones comerciales. [1] En la práctica, sin embargo, es un término ampliamente utilizado que denota una serie de beneficios diseñados para promover nuevas actividades comerciales o fomentar la retención de negocios o empleos. Estos beneficios abarcan principalmente incentivos fiscales y económicos proporcionados por organismos gubernamentales federales, estatales o locales. Otras entidades, como empresas de servicios públicos y organizaciones sin fines de lucro, también pueden ofrecer incentivos para estos fines. [2]Otorgan al destinatario, de alguna manera, un beneficio monetario (es decir, incentivos fiscales) o un beneficio en especie (por ejemplo, liberaciones reglamentarias estatales de responsabilidad ambiental, mejoras de infraestructura municipal). [3] Las empresas privadas, incluidos los particulares, suelen ser los beneficiarios finales de los incentivos para el desarrollo económico. Dependiendo del incentivo de que se trate, otros sujetos calificados son elegibles para recibirlos, como en el caso de municipios, empresas de servicios públicos o agencias de desarrollo económico.

Los incentivos al desarrollo económico consisten en dos clases de beneficios: (i) uno obligatorio o automático y (ii) el otro discrecional. [4]Las primeras clases de beneficios generalmente comprenden incentivos fiscales, que son establecidos por la ley federal, estatal o local, activados inmediatamente por un tipo específico de actividad comercial. Por ejemplo, una empresa privada califica automáticamente para una exención o reembolso del impuesto estatal sobre las ventas y el uso cuando compra equipos de fabricación. Los incentivos discrecionales pueden consistir en beneficios fiscales o económicos y pueden establecerse por ley federal, estatal o local, por política de un organismo público u otra entidad, o por negociación entre los participantes de la transacción. En términos generales, los incentivos discrecionales consisten en arreglos más complicados que los incentivos automáticos u obligatorios, y requieren que una empresa privada solicite el incentivo y negocie con el organismo público u otra entidad que los otorgue. [5]

A continuación se ilustran los incentivos de desarrollo económico que se ponen a disposición de las empresas privadas u otros beneficiarios: [6]

• Financiamiento de bonos de desarrollo industrial, exento de intereses de los impuestos sobre la renta federales o estatales, para gastos de capital designados.

• Créditos fiscales federales o estatales para nuevos mercados por inversión de capital calificada para comunidades de bajos ingresos o para personas de bajos ingresos.

• Financiamiento de incremento de impuestos, asignando la totalidad o una parte de los nuevos impuestos (es decir, impuestos sobre la propiedad ad valorem, impuestos sobre las ventas) generados por proyectos o inversión de capital para el beneficio directo o indirecto de una empresa privada.