La transformación en economía se refiere a un cambio a largo plazo en la actividad económica dominante en términos de participación relativa predominante o empleo de personas capaces.
Los sistemas económicos humanos sufren una serie de desviaciones y desviaciones del estado, tendencia o desarrollo "normal". Entre ellos se encuentran Perturbación (interrupción a corto plazo, desorden temporal), Perturbación (divergencia persistente o repetida, predicamento, declive o crisis), Deformación (daño, cambio de régimen, pérdida de autosostenibilidad, distorsión), Transformación (cambio a largo plazo , reestructuración, conversión, nueva “normalidad”) y Renovación (renacimiento, transmutación, corso-ricorso, renacimiento, nuevo comienzo).
La transformación es un cambio unidireccional e irreversible en la actividad económica humana dominante ( sector económico ). Dicho cambio es impulsado por una mejora continua más lenta o más rápida en la tasa de crecimiento de la productividad del sector. El crecimiento de la productividad en sí está impulsado por los avances en la tecnología, la entrada de innovaciones útiles, el conocimiento práctico y la experiencia acumulados, los niveles de educación, la viabilidad de las instituciones, la calidad de la toma de decisiones y el esfuerzo humano organizado. Las transformaciones de sectores individuales son el resultado de la evolución socioeconómica humana .
La actividad económica humana ha experimentado hasta ahora al menos dos transformaciones fundamentales, ya que el sector líder ha cambiado:
Más allá de la industria, ahora no hay un patrón claro. Algunos pueden argumentar que los sectores de servicios (particularmente las finanzas) han eclipsado a la industria, pero la evidencia no es concluyente y el crecimiento de la productividad industrial sigue siendo el principal impulsor del crecimiento económico general en la mayoría de las economías nacionales.
Esta evolución procede naturalmente de asegurar los alimentos necesarios, a través de la producción de cosas útiles, a proporcionar servicios útiles, tanto privados como públicos. La aceleración de las tasas de crecimiento de la productividad acelera las transformaciones, desde milenios, a través de siglos, hasta décadas de la era reciente. Es esta aceleración la que hace que la transformación sea una categoría económica relevante de hoy, más fundamental en su impacto que cualquier recesión, crisis o depresión. La evolución de cuatro formas de capital (indicadas en la figura 1) acompaña a todas las transformaciones económicas.