Elena Quiroga


Elena Quiroga de Abarca (Santander, 26 de octubre de 1921 - La Coruña, 3 de octubre de 1995) fue una escritora española. [1] [2]

Elena Quiroga fue reconocida por su obra narrativa en prosa. Fue considerada una de las mujeres más destacadas de su tiempo, principalmente porque estaba preocupada por la injusticia y exploró los temas de la niñez y la adolescencia. Fue la segunda mujer en ingresar a la Real Academia Española (Real Academia de la Lengua Española) desde 1944 hasta 1983. [3]

Nacida en el seno de una familia adinerada, Elena Quiroga vivía con su padre en Villoria (Galicia), y era una niña y una adolescente feliz. Durante su tiempo, era bastante raro que las mujeres tuvieran acceso a la educación. Sin embargo, Elena Quiroga recibió un alto nivel de formación académica. Por eso, desde niña pudo desarrollar su sensibilidad literaria interior. Lo podemos ver en su primera novela que publicó cuando tenía 20 años, La Soledad Sonora (1949), en la que narra la historia de una mujer desde su adolescencia hasta el final de su vida. Aunque no fue a la Universidad, Quiroga asistió a clases gratuitas y trabajó durante muchos años, de 4 a 5 horas diarias en sus libros y textos.

Tras casarse con Dalmiro de Válgoma en 1950, se trasladaron a Madrid donde tuvo la oportunidad de entrar en un grupo de escritores. Son conocidos por haber reinventado la novela española contemporánea del siglo XX.

El 31 de agosto fue hospitalizada en La Coruña a causa de una lesión grave, donde falleció de una enfermedad cerebral a los 74 años [4] [5].

Si bien comenzó a escribir a una edad temprana, fue solo cuando se casó cuando realmente comenzó su carrera. Cuando se mudó a Madrid, escribió una novela premiada, Viento del Norte (1950), que trata sobre la relación entre una joven sirvienta y su amo. En esta novela, Quiroga define las claves de su siguiente escritura. Algunas de ellas son el uso de la intimidad sobre los recuerdos de la infancia y la adolescencia y una trama y personajes bien definidos. Utiliza un lenguaje rico, elegante y puro en su prosa. En 1952 escribe su tercera novela : La Sangre.. Según sus editores, le otorgó la condición de novelista extraordinaria por la delicadeza de su estilo y el interés de los problemas que aborda. Cuenta la historia de cuatro generaciones a través de un árbol, el verdadero personaje principal del libro. [1]