Eolo Pons


Eolo Pons nació en Buenos Aires . Estudió de 1935 a 1938 en el estudio del influyente pintor y maestro argentino Lino Enea Spilimbergo ; entre los compañeros de estudios de Pons estaban sus amigos más cercanos, los pintores figurativos Leopoldo Presas (n. 1915) y Luis Lusnich (1911-1995). Posteriormente, Eolo Pons trabajó en el estudio de grabado de los artistas gráficos surrealistas José Planas Casas (1900-1960), Juan Batlle Planas (1911-1966) y Pompeyo Audivert (1900-1977).

El trabajo de Eolo Pons se asocia a veces con el de su mentor filosófico Carlos Giambiagi (1887-1965), oriundo de Uruguay, conocido por sus escritos sobre arte y estética y por sus pequeñas pinturas de paisajes de la provincia de Misiones . Entre 1958-1964, junto con el pintor indígena Medardo Pantoja (1906-1976), Jorge Gnecco (1914-1965) y Luis Pellegrini , Eolo Pons estableció y enseñó en la Escuela Provincial de Bellas Artes de Jujuy , en el noroeste andino de Argentina.

Estrechamente estructurados con colores cuidadosamente orquestados, los paisajes, paisajes urbanos y obras figurativas de Eolo Pons evocan, en lugar de describir, la naturaleza y la cultura de su Argentina natal. Las pinturas y dibujos de Eolo Pons conservan la influencia del surrealismo. “Hace mucho tiempo, en el año 1939, Eolo Pons se introdujo en el jardín surrealista con la misma disciplina y respeto que le había dado su formación académica. El surrealismo de Pons hizo incursiones en el mundo de los sueños, en el subconsciente freudiano, allí ahondaba profundamente en todos los rincones y grietas de su más pura ortodoxia. Pero luego estas imágenes sub-reales quedaron en un segundo plano ignoradas porque el artista decidió no tomar prestadas sus fantasías de los demás.el ejercicio que había impulsado a Pons a excavar lo misterioso le sirvió para buscar el alma de las cosas, allanarle el camino, en virtud de sus recursos técnicos y su educación manual nunca abusada y nunca olvidada. Este hombre, que había pasado tiempo en la quietud y en las profundidades, sabía que no todo misterio es un sueño. Y así, se propuso buscar aquello que se esconde en el paisaje, aquello que flota en la atmósfera ilimitada de un día feliz, aquello que se cuela entre palabras para no expresar en voz alta una intención o un sentimiento.eso que flota en la atmósfera ilimitada de un día feliz, eso que se desliza entre palabras para no expresar en voz alta una intención o un sentimiento.eso que flota en la atmósfera ilimitada de un día feliz, eso que se desliza entre palabras para no expresar en voz alta una intención o un sentimiento.

En los paisajes de Eolo Pons, y en sus figuras, va y viene la evocación de un misterio, un misterio que, quizás, nos abre las puertas del paisaje y nos acerca al alma de los pueblos. Lo cierto es que lo vemos y lo sentimos, como vemos y sentimos la noche en su más profundo silencio, como vemos y sentimos el avance de una sombra que se cruza en el camino de un sueño. "- Rodrigo Bonome, Eolo Pons , Buenos Aires, 1973 (traducido del español original).


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