Nacido en Bayeux , Guillaume era hermano de Alain Chartier . Fue nombrado obispo de París el 6 de diciembre de 1447. [1] Doce años más tarde fue embajador de Francia en el Concilio de Mantua , en el que pronunció un discurso en latín que duró más de dos horas.
Respaldó los derechos de los capítulos de la catedral de elegir obispos contra los intentos reales de hacerse cargo de ese derecho. Durante la era de la Liga del bien público se unió a los mécontents . Se mantuvo en su obispado hasta su muerte, pero Luis XI de Francia registró su hostilidad en la tumba de Chartier [2] - ese epitafio fue reemplazado más tarde por uno más honorable. [3]
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